El Gobierno de CiU ha entregado al Parlament una encuesta electoral con 17 meses de retraso

El Gobierno catalán envió el mes pasado al Parlament la encuesta electoral que encargó justo antes de las últimas autonómicas, celebradas en octubre de 1999. La entrega se ha efectuado con 17 meses de retraso respecto al plazo que fija una proposición parlamentaria aprobada por unanimidad en 1997, y coincide con la polémica desatada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Este organismo, que depende del Gobierno central, retuvo dos días su encuesta sobre el País Vasco, lo que le ha valido la reprimenda de todos los partidos, incluido CiU.

El diputado de Esquerra Republicana (ERC) Joan Ridao ha presentado una pregunta parlamentaria para tratar de esclarecer las causas del retraso de la entrega del estudio encargado por la Generalitat. El sondeo, además, es muy escueto y no tiene proyección de votos, pese a lo cual costó 14 millones de pesetas al erario público, según consta en una respuesta de Presidencia a otra pregunta del diputado republicano.

Un portavoz del Ejecutivo catalán aseguró ayer que la encuesta fue enviada en su día y aventuró que hubo algún error en el trámite de registro parlamentario. Esta explicación causó estupor en los medios parlamentarios consultados.

La entrega de la encuesta al Parlament, el mes pasado, se acompañó de una carta firmada por el secretario general de la Presidencia, Carles Duarte. Éste excusa la tardanza y dice que pretende 'subsanar la omisión de entrada en el registro del Parlament en su momento'.

En Cataluña no existe ningún instituto equivalente al CIS, pero el Parlament ha aprobado, a instancias de ERC, varias mociones para que todos los grupos parlamentarios tengan acceso a las encuestas y los estudios que encarga el Ejecutivo.

Una de ellas, aprobada en octubre de 1997, obliga al Gobierno a hacer la entrega en un plazo 'no superior a un mes' a contar desde la fecha en que finaliza el estudio y se codifica la información 'en soporte magnético o en cualquier otro que sea utilizado'.

Coincidencia

Las dos encuestas preelectorales que ahora se han entregado al Parlament fueron realizadas por la empresa Line Staff en septiembre y octubre de 1999, justo antes de los comicios autonómicos, con una muestra de 1.900 y 1.200 personas, respectivamente. A diferencia de otros realizados por la misma empresa por encargo de la Generalitat, en los estudios entregados a la Cámara no hay ninguna pregunta sobre la valoración de los líderes políticos catalanes, con la única excepción del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

Tampoco aparecen datos sobre la intención de voto a los partidos y los sondeos apenas suman 10 folios cada uno, pese a lo cual la Generalitat pagó por ellos 14 millones de pesetas.

Los datos técnicos de la primera de las encuestas coinciden plenamente con los de otro sondeo que Line Staff hizo para Convergència Democràtica (CDC) en las mismas fechas. La encuesta de CDC, en cambio, sí recoge la valoración de los líderes y la proyección de voto.

Ambas encuestas tienen una muestra de 1.900 personas, un margen de error del 2,3% y exactamente la misma distribución territorial de los ciudadanos encuestados. La única diferencia es que el sondeo de Line Staff para CDC se hizo teóricamente una semana después que el que encargó la Generalitat.

El diputado de ERC Joan Ridao expresó ayer sus sospechas de que la encuesta se ha entregado 'incompleta' al Parlament y manifestó su 'frustración' por lo que considera un 'fraude'. Un portavoz de Line Staff desestimó dar su versión alegando que los técnicos de la empresa se encontraban fuera de Barcelona.