Ibarretxe tiene que salir escoltado del funeral por el dirigente del PP

El lehendakari Juan José Ibarretxe tuvo que salir escoltado por la policía de la catedral de Jaca (Huesca), donde ayer se celebró el funeral en memoria del senador y presidente del PP aragonés, Manuel Giménez Abad, asesinado el domingo por un pistolero de ETA que le tiroteó a quemarropa y por la espalda. Un grupo de asistentes al funeral insultó a Ibarretxe -'asesino', 'etarra' y 'cómplice'- durante los 200 metros que separaban el templo del coche oficial del lehendakari, quien fue en todo momento protegido por los agentes. Josu Jon Imaz, portavoz del Gobierno vasco, restó importancia al incidente.

'No vamos a dar un paso atrás en la solidaridad hacia los que sufren la violencia, aunque nos insulten en ocasiones', declaró Imaz.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, acudieron a un funeral cargado de tensión. La crispación por el atentado alcanzó a los políticos. Rosa Díez, eurodiputada socialista, consideró como una provocación la presencia en Jaca del consejero vasco de Justicia, Sabin Intxaurraga. Díez censuró que Intxaurraga hubiera acudido el día anterior a ver al grupo de payasos en el que trabaja la edil de EH que se negó a condenar el asesinato del concejal socialista de Lasarte Froilán Elespe.

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, acusó al PP de 'bajeza moral por pedir el voto con el cadáver [de Giménez Abad] todavía caliente'.