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Crítica:LAS VENTAS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El Cid convenció

Tres toreros que se han quedado fuera de San Isidro torearon ayer tarde en Las Ventas una seria corrida de Conde de la Maza que tenía mucho que torear, según se acostumbra a decir cuando los toros tienen buenas y malas ideas, fuerza o blandura, genio en algunos casos y unas defensas astifinas. O sea que piden el carné y, sobre todo, que se les hagan las cosas muy bien. Fue El Cid, que se ha hecho en el ruedo venteño a sangre, fuego y muletazos hondos y recios quien estuvo más entregado, firme y decidido. Hubieran sido mejor premiadas, sus faenas, si hubiera puesto en la espada la misma fe que demostró con muleta y capota en sus manos toreras.

En su primero, El Cid toreó bien de capa, en verónicas templadas hacia adelante, bien rematadas, así como movió bien el percal para poner al toro en suerte frente al caballo de picar, e intervino en un quite de sabor, en el toreo clásico a la verónica. La faena de muleta rompió enseguida sobre la mano izquierda, tras un breve tanteo. En los medios le endilgó tres series de naturales largos y profundos. La segunda fue la más lograda, el público lo celebró a modo. En redondo corrió la mano en dos series desiguales, aunque intensas. Los pases de pecho, obligados de pitón a rabo.

De la Maza / Martín, Garibay, Cid

Toros de Conde de la Maza, los dos primeros terciados, el resto bien presentados, serios y astifinos, de juego irregular; 4º encastado, 6º, peligroso y cornalón. Miguel Martín: media atravesada en lo alto (silencio); estocada caída y atravesada (silencio). Ignacio Garibay: pinchazo hondo soltando, estocada desprendida -aviso- y dobla el toro (silencio); pinchazo hondo tendido y descabello (silencio). Manuel Jesús, El Cid: pinchazo hondo arriba, y dos descabellos (ovación); pinchazo hondo y dos descabellos (ovación). Plaza de Las Ventas, 6 de mayo. Menos de media entrada.

El Cid en el sexto se las vio con el toro más cornalón y problemático del encierro. Un toro que hubiera necesitado un tercer puyazo, como alguien desde el tendido lo hizo saber con voz de barítono bajo. El Cid, sin apenas pruebas, se lo sacó a los medios y le ofreció la muleta en la media distancia. El toro embistió como una locomotora, pegando tornillazos y en busca del pecho del torero al segundo muletazo. Faena de poder a poder de seria pelea, la emoción del peligro prendió en los tendidos. No se dejó ganar en el combate Manuel Jesús El Cid. Qué pena el mal uso del estoque.

Ignacio Garibay manejó con buen aire el capote en sus dos toros. En su peligroso primero no perdió los papeles y realizó una faena en la que destacaron algunos derechazos templados. Sin que terminara de haber un difícil acoplamiento. En su segundo, Garibay montó una faena templada, en corto, con muletazos rematados arriba. Un trasteo que fue perdiendo gas y luz, con la muleta siempre retrasada, y un tanto a merced del toro en los últimos tramos de la faena.

Miguel Martín puso banderillas en sus dos toros con facilidad y dominio. Utilizó el capote sin apreturas, pero con soltura y torería. Un quite en el tercero de la tarde, por chicuelinas, fue lo más brillante de su actuación ayer domingo en Las Ventas. En su primero realizó una faena muleteril de buena voluntad. Casi todo por el pitón izquierdo, pues por el derecho se quedaba más corto aún. En el cuarto porfió ante un toro, otro colorao, que fue estropeándose conforme avanzaba la faena. Naturales sueltos templados y ganas de agradar.

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