El estadio del Lazio, clausurado por un partido por los brotes racistas
Un partido de clausura de su estadio y 30.000 dólares (unos cinco millones y medio de pesetas) de multa. El castigo que recibió el Lazio por parte de la comisión de disciplina de la Federación Italiana de Fútbol, tras la exhibición de una pancarta de contenidos racistas y antisemitas durante el partido del pasado domingo contra el Roma, fue menor del esperado.
Dividido en dos partes, el enorme cartel en que se leía 'Equipo de Negros. Tribuna de judios', fue enarbolado durante casi todo el tiempo que duró el descanso del partido. Antes de comenzar éste, la afición lazial ya habia hecho alarde de mal gusto cubriendo toda la cabecera norte del Estadio Olimpico con pequeños trozos de cartón que, alzados sobre las cabezas, conformaban en letras gigantes la palabra 'merda', con la que califican a sus rivales de siempre. Durante el encuentro no se ahorraron silbidos ni cánticos ofensivos dedicados a los jugadores de color del Roma, Zebiná, Cafú y Aldair.
A pesar de que se esperaba una sanción mucho más fuerte, debido a los muchos antecedentes de este tipo que tiene la hinchada del Lazio, éstos no fueron considerados como agravantes por parte de quienes estipularon el castigo basándose en la nueva reglamentación que penaliza las manifestaciones racistas en los estadios italianos.
Pero no son estos los únicos problemas del Lazio. Ayer, el presidente Sergio Cragnoti y el jugador Juan Sebastián Verón acudieron a los tribunales para, durante tres horas, declarar por el caso de la presunta falsificación de los documentos con los que obtuvo la ciudadanía italiana el futbolista argentino.
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