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EXPOSICIONES

El veterano pintor Luis Feito da el relevo artístico al joven creador granadino José Piñar

El veterano y prestigioso pintor Luis Feito (Madrid, 1929) ha entregado el testigo artístico a otro cofrade del lienzo y la paleta, José Piñar (Granada, 1967). El acto, simbolizado con una exposición y un catálogo conjuntos, forma parte de la iniciativa Relevos, promovida por la Obra Social de Caja Madrid.

'Un artista consagrado elige, de entre los nuevos creadores, a uno de ellos', explica el director gerente de la Obra Social, Carlos María Martínez. Las finalidades son varias: 'Acercar al público obras de arte innovadoras y de calidad, avaladas por una trayectoria consolidada, y favorecer a los jóvenes valores que, desde sus inicios, demuestran unas cualidades que les podrán distinguir en el futuro', remacha.

En esta ocasión, el pintor consagrado es Luis Feito, miembro fundador del histórico grupo El Paso, junto a Saura, Millares y Canogar, como señala al comienzo del catálogo Alberto Anaut. También recuerda que Feito descubrió a su elegido hace unos diez años, al tenerlo como alumno: 'José Piñar tenía 24 años y al profesor le gustaba lo que pintaba y, sobre todo, su interés por la pintura-pintura, una cosa difícil de encontrar; andaba metido en cuestiones geométricas y sus cuadros no parecían de un artista español: nada de ocres ni negros, sino una pintura llena de vida'.

Y en este punto desvela el contraste entre la vocación ciclópea de Feito por la pintura y la visión desmitificadora del joven. Feito huyó de la España negra en 1955, malvivió tres años en París con el dinero que ganó pintando los murales del hotel Washington de Madrid, y aunque no tardó en triunfar, en codearse con los grandes, la inquietud natural le llevó a partir hacia Canadá, primero, y de ahí a Montreal y a Nueva York, y así, hasta la vuelta a Madrid cuarenta años más tarde.

El crítico Francisco Calvo Serraller, precisamente, elogia en el catálogo de Relevos la 'curiosidad' y la 'energía' que rebosa Feito, esa 'vitalidad creadora' que ha evitado que se repita a sí mismo pese a llevar 'ya medio siglo de producción artística ininterrumpida'.

Del joven, José Piñar, dice Anaut que estuvo a punto de estudiar Informática en lugar de Bellas Artes y que 'tal vez' influyó la condición de pintor aficionado de su padre. En estos diez años de relación con Feito, Piñar 'ha ido construyendo una obra directa, repleta de potencia y personalidad; en su estudio de las afueras de Granada, entre las ruinas de una vieja fábrica de caña de azúcar, sus cuadros enormes construyen un paisaje de grandes pinceladas de colores básicos: magenta, amarillo, cian', en palabras de Anaut. Trabajan a 500 kilómetros el uno del otro, pero 'entre los dos hay electricidad, una línea que une dos maneras de ver el mundo y entender el arte'.

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Relevos, de Luis Feito a José Piñar. Hasta el 1 de junio en la Torre de Caja Madrid (paseo de la Castellana, 189).

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