El Valencia reacciona a tiempo (1-0)
El cuadro de Cúper supera sin brillantez a un Valladolid que apenas opuso resistencia
El Valencia reaccionó a tiempo y se evitó la bronca de Mestalla, que tiene los nervios a flor de piel. Anda la grada mosqueada con su equipo, que tiene un ojo puesto en el próximo enfrentamiento ante el Leeds y tiende a despreciar la Liga. Ayer, ante el Valladolid, el conjunto de Cúper obtuvo una victoria que le viene fenomenal con vistas a las semifinales de la Liga de Campeones que le enfrentan al equipo británico.
Una nefasta primera parte fue reparada por Sánchez en el segundo acto. El delantero valencianista remató de cabeza un centro de Zahovic, responsable de que el partido mejorara su aspecto en la segunda parte. Al final, el Valencia zarandeó a un debilísimo Valladolid, que pasó por Mestalla como alma en pena.
VALENCIA 1| VALLADOLID 0
Valencia: Cañizares; Angloma, Björklund, Djukic, Fabio Aurelio; Angulo, Baraja, Mendieta (Zahovic, m. 45), Vicente; Sánchez (Albelda, m. 75) y Carew (Diego Alonso, m. 66). Valladolid: Bizarri; Torres Gómez, García Calvo, Heinze, Marcos; Turiel, Ciric (Kaviedes, m. 75), Caminero (Márquez, m. 78), Antonio López; Fernando y Pachón. Goles: 1-0. M. 64. Sánchez cabecea en el segundo palo una falta sacada por Zahovic desde la banda derecha. Árbitro: José Ignacio Bueno Grimal (colegio aragonés). Amonestó a Djukic, Fernando, Baraja, Turiel, García Calvo, Sánchez, Zahovic y Fabio Aurelio. Unos 40.000 espectadores en el estadio de Mestalla.
El Valencia ha perdido entusiasmo por la Liga, una competición sin el encanto de la Copa de Europa. Ante la inminente cita frente al Leeds, al conjunto de Héctor Cúper le cuesta horrores centrarse en partidos como los de ayer. La Liga se ha convertido en un incordio para el Valencia, un engorro.
La primera parte fue un bodrio. Indigesta. El partido se llenó de pifias, bien por la falta de interés del Valencia o por la ramplonería del Valladolid, que coquetea con el descenso desde hace semanas. Hace un tiempo el Valencia hubiera hecho trizas al Valladolid. Pero ahora no. La magia de la Liga de Campeones ha encogido al grupo valencianista, que ni quiere ni está para partidos como el de ayer. La desidia es tan evidente en el Valencia que Mestalla está que trina; la grada se siente ofendida por un equipo insulso, desmotivado, ya entregado a la mágica Champions.
El Valencia despachó la primera parte con un tirito de Fabio Aurelio, el más perseverante del conjunto valencianista. Es atrevido este Fabio Aurelio, sustituto ayer de Carboni, reservado por Cúper para el Leeds. Como Aimar, Ayala o Kily. El lateral zurdo brasileño, de 21 años, es un jugador a tener en cuenta. Interviene a menudo y es osado. Quizá el Valencia ha encontrado en este jugador al recambio idóneo para el veterano Carboni, que masca su retirada.
El Valladolid tardó en convencerse de que podía obtener más botín del que en un principio pensaba. Salió acomplejadito, a la expectativa, y acabó creando cierto peligro: primero fue Fernando quien desde lejos y en una falta puso en apuros a Cañizares; más tarde fue Ciric quien metió en problemas al guardameta valencianista.
La entrada de Zahovic por Mendieta en la segunda parte resultó beneficiosa para el Valencia. Muy pronto el esloveno entró en ebullición y contribuyó a mejorar las prestaciones del resto. Hace tiempo que Mendieta da síntomas de decaimiento. El internacional valencianista ya no tiene la incidencia en el juego que tenía hace un tiempo. Su insistencia en el regate, en tratar de sacar petróleo de cada jugada, tiene consecuencias nefastas para el Valencia. Así lo entendió Cúper, que retiró a Mendieta para dar entrada a Zahovic, que relanzó al equipo valencianista en la segunda parte.
Espoleado por la grada, Zahovic se ha reencontrado con su mejor versión en este último tramo de la temporada. Un centro del esloveno fue rematado por Sánchez, que apareció tan pillo como siempre por el segundo palo para batir a Bizarri. A partir de ahí, el Valladolid se borró del encuentro.
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