Poca gracia
Uno de esos extraños casos de artista que se pone de moda sin que nadie pueda explicárselo, la británica Dido presentó en Madrid los temas de su disco de debú en solitario, No Angel, que la emparenta estilísticamente con Sinnead O'Connor y Dolores O'Riordan. Practicante de un pop suave y etéreo lacado de trip hop, Dido desarrolló en vivo sus temas sin sobresaltos, pero en un ambiente monótono francamente desalentador. Su voz, casi siempre un poco baja de tono y al borde del desafine, se hace leve y poco interesante y, para arreglarlo, la solista acude con frecuencia a los grititos en falsete, cosa que a unos entusiasma y a otros espeluzna. Sus canciones, de atmósfera agradable, tampoco son de las que pasarán a la historia, a excepción quizá de Thank you. En fin, algo tendrá el agua cuando la bendicen y los números de ventas de esta artista parecen incontestables. Pero gracia en directo, la verdad es que tiene bien poca.
Dido
Sala Arena. Madrid, 26 de abril.
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