'Por primera vez se siente que se puede seguir caminando sin el PNV'

La fuerza que se adivina en la forma física del ginecólogo Roberto Lertxundi (Bilbao, 1948) desaparece ante otra fuerza mucho mayor: la de sus palabras. Ex secretario del Partido Comunista de Euskadi y apasionado de la ópera, habla rotundo y seguro, con unas convicciones que parece sacar del fondo mismo de su estómago y una increíble esperanza en un futuro mejor. 'Soy un hombre de izquierdas', se autodefine sin sombra de duda. 'Voy a votar al PSOE y le deseo el mayor de los éxitos'.

Pregunta. ¿No le da miedo decir eso así abiertamente?

Respuesta. Uno no puede controlarlo todo en la vida. ¿Un tiro en la nuca? ¿Y quién sabe si mañana tengo un accidente de coche? Yo fui torturado por la Guardia Civil y también estuve secuestrado por ETA, unas horas, en 1981. No tengo miedo a las consecuencias de mis palabras. Diré todo lo que quiera y cuando quiera.

P. Pero no parece prudente.

R. No por callarte consigues el pasaporte para la vida.

P. ¿Qué siente ante la convocatoria de elecciones?

R. Una gran decepción, la de haber sido incapaces de resolver el problema. El terrorismo es el último problema que queda del franquismo.

P. ¿Cómo ve un hombre de izquierdas como usted esta sintonía entre el PSE y el PP en Euskadi?

R. Aquí se da una situación excepcional. En el País Vasco hay más de mil personas con escolta. Esto no es admisible. Estoy de acuerdo con lo que dice Mario Onaindia en su último libro sobre que para conseguir una situación de libertades hay que olvidarse de que tu enemigo son los partidos de derechas.

P. Mucha gente teme una gran ofensiva de ETA tras el 13-M si ganan los no nacionalistas.

R. ETA siempre hace todo lo que puede. Si ahora no hay más muertos y más atentados es porque no puede. Es de ilusos pensar otra cosa.

P. Es la primera vez que hay una posibilidad real de alternancia política en el Gobierno vasco.

R. La alternancia política es buena, incluso si no existiera el terrorismo. Es la base de la democracia. Llega un momento es que es conveniente que haya un cambio. La novedad de este momento es que por primera vez se siente que se puede seguir caminando sin el PNV.

P. ¿Qué cree que hace falta para combatir el terrorismo?

R. Mucha firmeza, acción policial seria, colaboración ciudadana y mucha tenacidad.

P. En su área profesional, ¿cree que cambiará algo si hay un Gobierno de signo distinto?

R. El PNV ha hecho una buena gestión en sanidad. Tenemos una buena salud pediátrica, una buena medicina preventiva, un buen aprovechamiento de recursos... En la medicina privada tenemos una buena relación con los gestores de Osakidetza. Todo esto está por encima de los cambios en la política.

P. ¿Qué le dicen a usted las palabras autodeterminación, soberanía, independencia?

R. No me dan miedo las palabras, en democracia se puede plantear todo. Es el terrorismo el que vicia la acción política.

P. ¿Tiene fe en que se acabará con el terrorismo?

R. Por supuesto que se terminará. Mi hijo mayor me dice muchas veces: 'Mira, esto es lo que nos habéis legado'. Yo espero que para cuando mi hijo pequeño, de cinco años, crezca las cosas sean de otra manera.

P. ¿Qué sucederá entonces?

R. Llegarán vientos de buenaventura. Tenemos un país espléndidamente preparado para vivir bien. Lo que hay que desterrar es el terrorismo. Eso es lo que sobra.