Paliza brutal

En la madrugada del pasado 7 de abril sucedió un hecho lamentable, la brutal paliza que unos cabezas rapadas propinaron al líder de las Juventudes Socialistas de Madrid, Javier Gómez Gómez.

Ante este execrable acto de fascismo, yo me pregunto: ¿Cómo puede haber gente que atropelle de esta manera el derecho a la integridad física de las personas? ¿Cómo puede haber individuos capaces de no respetar la libertad de expresión, la ideología política del ciudadano y los principios democráticos?

Parece increíble que todavía existan personas incapaces de comprender que pueden expresar sus ideales políticos o de cualquier índole con libertad, en democracia y sin tener que recurrir a la violencia. Es igualmente sorprendente que esta gente pueda actuar con total impunidad y desde hace mucho tiempo. Es inaudito que los responsables políticos y las fuerzas de seguridad no hayan sido capaces de erradicar esta lacra social. Yo, como joven de izquierdas, no puedo hacer otra cosa que solidarizarme totalmente con Javi y darle todo mi apoyo. Un apoyo merecido si tenemos en cuenta la excelente labor que está desarrollando al frente de las Juventudes Socialistas de Madrid.