Mayor dice que Arzalluz es 'valiente para asustar' pero 'cobarde para debatir'

En medio de un despliegue técnico considerable y una puesta en escena muy cuidada, el PP lanzó su programa electoral en el palacio Euskalduna de Bilbao. Rodeado de cargos públicos, afiliados y simpatizantes, sus redactores fueron desgranando sus apartados con un denominador común: 'Es el programa más cuidado porque no acaba el día 13, sino que entonces será cuando empiece a funcionar'.

El ex ministro del Interior y candidato a lehendakari, Jaime Mayor, desafió al presidente de los nacionalistas y cuestionó su liderazgo por negarse a debatir con él en la campaña electoral.

Si los oradores que le precedieron hicieron una crítica general de los 20 años de gobiernos del PNV y criticaron un proyecto 'sectario, clientelista y exclusivamente nacionalista', el ex ministro se fue directo a por su líder. 'Nos han estigmatizado porque no queríamos dialogar, y ahora en campaña no quiere debates', dijo, cuestionando las posibles excusas para no enfrentarse a un debate. 'Arzalluz es el líder, pero no el candidato del PNV, por lo que no hay debate; Ibarretxe es el candidato, pero no el líder, así que tampoco hay debate'. Su conclusión fue que frente a la 'valentía' del presidente del PNV para 'amedrentar y coaccionar, es un cobarde para el debate democrático'. En medio de los aplausos de su público, Mayor ironizó sobre lo fácil que debe de ser debatir con él, y parafraseando a Xabier Arzalluz dijo: 'Con quien representa el pasado más negro de España, con la síntesis de Franco y de Cánovas, con quien representa la democracia de más baja calidad del mundo, con lo malo que soy'.

El candidato popular dejó muy claro que Arzalluz es quien encarna el fracaso del PNV, y le pintó como el paradigma de un proyecto excluyente, basado en un pacto con ETA, sin futuro y cargado de frustraciones. Por eso pidió a los votantes del PNV que no se dejen contagiar por ese fracaso y les pidió el voto para que 'sean demócratas antes que nacionalistas'.

Casi al final, se refirió a las declaraciones críticas hacia el PP de algunos dirigentes del PSOE. Entonces recuperó su tono más cordial para pedir calma. Tras dejar absolutamente claro que 'los socialistas vascos no serán nuestros adversarios políticos en esta campaña electoral', pidió a los dirigentes del PSOE que van a apoyar la candidatura de Nicolás Redondo 'que dejen las mezquindades en Madrid, porque aquí bastantes mezquindades tenemos los vascos que sufrimos el terrorismo'.

En su opinión, es el momento de aunar esfuerzos ya que, por primera vez en la política vasca, el cambio es posible 'y vamos a poder sustituir al nacionalismo vasco en el Gobierno y demostrar que la Constitución y el Estatuto no están en el baúl de los recuerdos, sino que sirven para construir el futuro de este país'.