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TEATRO

Juana la Loca resucita en la sala El Canto de la Cabra

La compañía La Novia ha recuperado a Juana la Loca como figura teatral 446 años después de su muerte. Pero la Juana que resucita en la sala El Canto de la Cabra no vocifera ni está devorada por los celos, sino que 'está sola en el esfuerzo, el último esfuerzo por entender', según la autora del texto, María Jesús Romero, que también ejerce de intérprete única.

A juicio de su sombra teatral, Juana la Loca representa uno de los mitos románticos de la historia de España. 'Es la mujer apasionada que enloquece por amor, víctima de las conjuras políticas de su padres, su esposo y su hijo'. Romántica o no, y con gritos o sin ellos, la dramaturga no ignora que la protagonista de su obra tenía 'alteraciones en la conducta, actualmente interpretadas como síntomas de esquizofrenia'. Pero recuerda que en su estado pesaron mucho los hechos históricos, 'desde que es enviada a Flandes con 16 años para contraer matrimonio con Felipe el Hermoso hasta su muerte en el castillo de Tordesillas, el 12 de abril de 1555'.

De todos modos, Romero remarca que el monólogo de Juana la Loca 'no entra a juzgar al personaje': ni para ensalzarlo 'como paradigma de la mujer apasionada hasta el delirio, víctima o mártir de intereses políticos', ni para elevarlo como muestra ilustre de una demente, 'de cómo la enfermedad mental condiciona y anula al resto de la persona'.

Ambas tesis

El montaje, que permanecerá en la sala El Canto de la Cabra hasta el 6 de mayo, ofrece más bien una mezcla de ambas tesis. En este punto, la autora se pone analítica: 'Los hechos confirman que, al margen del carácter endógeno de su esquizofrenia, su personalidad no deja de desarrollarse mediatizada por circunstancias familiares y socio-políticas tan singulares que pudieran potenciar o acelerar su enfermedad, y a la inversa'.

La Juana que monologa en este nuevo milenio, en vez de vociferar o morirse de celos, prefiere sincerarse con el público, como 'fruto de la lucidez última que precede a la locura', recalca. La pieza de María Jesús Romero se atiene 'a un personaje muy concreto, con unas circunstancias personales muy particulares y una clara ubicación histórica', pero rehúye los detalles de la época; 'las referencias a ese tiempo son escasas y siempre estilizadas'. Romero y su compañía han preferido volcarse 'en el modo en que el lenguaje pude llegar a parecer algo ajeno a uno mismo'. De ahí que los aderezos escénicos sean mínimos y se 'concentre la carga dramática en la palabra'. Raúl Luján dirige este montaje, que lleva música original a cargo de José Antonio Montaño (composición y piano), Antonio Campillo (flauta) e Irene Rouco (violonchelo).

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Juana la Loca, en El Canto de la Cabra, hasta el 6 de mayo. De jueves a domingo, a las 21.00. Precios: 1.500 y 1.000 (los jueves).

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