Una red de estafadores en Internet falsificó avales por 729.000 millones
Los estafadores emitieron documentos con el nombre de tres grandes bancos europeos
La Cámara Internacional de Comercio (ICC), un organismo con sede en París que agrupa a las cámaras de comercio de los países desarrollados, recibió la primera alerta de estos delitos hace seis meses, pero el fraude se remonta a 1999, según ha asegurado a este periódico el director de su unidad de delitos financieros, Jon Merrett, en una entrevista telefónica.
La operación para obtener el aval era opaca, pero efectiva. Por una cantidad inicial de 70.000 dólares (unos 13 millones de pesetas) las empresas que acudían a estos sitios de Internet recibían un aval (falsificado) por 10 millones de dólares (1.870 millones de pesetas).
'Las empresas afirman que no confiaban mucho en estos sitios de Internet', señaló Merrett, para quien la razón de que siguieran adelante deriva de que estaban 'desesperadas por una inyección de dinero'. Al menos 10 compañías han caído en la trampa, aunque Merrett asegura que, desde que se ha descubierto el fraude, están apereciendo más casos.
Diseño perfecto
La trampa estaba perfectamente diseñada para que los sitios de Internet parecieran no sólo seguros, sino respetables, al vincularlos con otros como Euroclear, la sociedad dedicada a compensaciones en Europa, o Bloomberg, la agencia de servicios financieros. Chris Taylor, portavoz de Bloomberg en Nueva York, ha confirmado a este periódico que el nombre de la agencia ha sido utilizado, aunque especificó que los clientes de las páginas web fraudulentas no podían acceder a los servicios de la agencia.
Algunas de las direcciones utilizadas se eligieron pensando en lograr este objetivo: www.euroclear30.50megs.com o www.bloomberg.50megs.com. Tras detectarse el fraude, todos estas webs han sido cerradas.
Ambas compañías, Euroclear y Bloomberg, fueron alertadas de que se les estaba utilizando para cubrir las apariencias en un caso fraudulento. 'Al cerrar estas páginas en Internet, no sólo estamos protegiendo a los inversores, sino ayudando a compañías como Bloomberg a mantener su reputación', afirmó Merrett.
Para acabar de dotar de credibilidad a sus falsos avales, los falsificadores utilizaron en ellos el nombre de tres grandes bancos europeos, aunque el directivo de la Cámara Internacional de Comercio no ha querido dar más datos: 'Esperemos que no se vean dañados económicamente, pero su reputación podría quedar afectada'.
Cuatro personas han sido detenidas como resultado de esta investigación, pero Jon Merrett cree que la cabeza pensante del delito continúa a salvo de la justicia. 'Esto es una red de crimen organizado que seguimos investigando. Muchas veces estas organizaciones se dedican al blanqueo de dinero', explicó Merrett.
La Cámara Internacional de Comercio no cree que el problema sea sólo la seguridad en la Red, sino la falta de diligencia de las empresas al realizar sus operaciones. 'Si son diligentes hay modos de detectar si la operación es fiable. Nosotros nos ofrecemos a echar un vistazo al contrato que firman por Internet si tienen dudas. Nos tomamos esto con una gran responsabilidad'.
Existe otro método llamado who is (quién es) para comprobar la identidad de quien está detrás de una página de Internet buscando el nombre del dominio que utiliza. El director de delitos económicos de la Cámara Internacional de Comercio asegura que cualquier empresa puede utilizarlo sin necesidad de recurrir a la cámara.
No es éste el primer fraude que se produce en la Red. La entidad de la que Jon Merrett forma parte lleva investigando este tipo de delitos 'desde que se produjo la eclosión de Internet'.
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