Ruido en Granada

¿Saben que en Granada tenemos un guardia de tráfico urbano, al que llamamos Pavarotti, que es capaz de pitar con su silbato hasta 50 veces por minuto, y esto durante siete horas seguidas? Y no con un silbato cualquiera, sino con uno de gran potencia, especialmente fabricado para los grandes estadios de fútbol, que al parecer alguien le trajo del extranjero. Ha conseguido este guardia que los periódicos locales se ocupen de él en varias ocasiones, sobre todo por las numerosas quejas y denuncias de los vecinos. Llevamos ya varios años sufriendo este enervante acoso acústico, y lo único que hemos conseguido -¡no es poco!- es que vayan rotando al guardia por distintos puntos de la ciudad para que no nos toque el suplicio siempre a los mismos. Lo malo es que, cuando nos toca, nuestros nervios acaban desquiciados. Pero éste no es sino un hecho más que ilustra la insoportable contaminación acústica de Granada. Vengan y lo comprobarán: la hermosa ciudad de la Alhambra se ha convertido en la insoportable ciudad del ruido.