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Unos 3.000 paraguayos, sin teléfono tras la huelga de la estatal Antelco

Unos 3.000 usuarios se encuentran sin teléfono en Paraguay a raíz del sabotaje de varias cajas de interconexión voladas con bombas Molotov y cables que fueron cortados. Éste es el saldo que dejó la huelga de 48 horas convocada por los sindicalistas de la empresa estatal Antelco (Administración Nacional de Telecomunicaciones) y que fue desconvocada prematuramente el lunes por la noche (hora local) después de que los negociadores llegasen a un acuerdo con el Gobierno.

El organizador de la protesta en contra del proceso de privatización, el Sindicato Nacional de Trabajadores de las Telecomunicaciones, Sinattel, negó haber participado en los sabotajes. Negociadores del Gobierno y los sindicalistas llegaron el lunes por la noche a un acuerdo para poner fin a la huelga, después de más de una semana de conversaciones en las que llegó a participar el propio presidente de la república, Luis Ángel González Macchi. Su intervención dio bastante que hablar la semana pasada, después de que el mandatario rompiera una misiva firmada por él mismo, señalando que "no la había leído". La carta presidencial apoyaba las acciones de la secretaría y proponía una indemnización del 1,5% del promedio histórico del salario por cada año de antigüedad dentro de un plan de retiro voluntario, propuesta que fue rechazada por los sindicatos, que desean que el cálculo se efectúe sobre el último salario ganado por los trabajadores.

El acuerdo alcanzado supone evitar los despidos masivos, adoptar un programa de retiros voluntarios y la promesa de estudiar un aumento salarial del 15%. Las partes seguirán conversando en el marco de una Mesa de Diálogo que continuará la negociación a medida que avanza el proceso de privatización. Los sindicalistas apuntan a la inconstitucionalidad de la Ley 1615/2000 que regula la privatización de la empresa estatal. Denuncian además violaciones de su contrato colectivo, persecuciones sindicales, traslados y nombramientos sin consulta.

Uno de los temas pendientes es el monto de compensación que recibirán los funcionarios que abandonen la institución. El sindicato desea que aquellos que lo hagan reciban además cuatro sueldos por año y aquellos que continúen trabajando, tres sueldos por año en concepto de indemnización. En total, los sindicatos reclaman unos 191 millones de dólares en indemnización, prácticamente el doble de lo que establece el código laboral; algo imposible de cumplir, según el Gobierno.

Baja cobertura

Paraguay tiene una de las coberturas telefónicas más bajas de América Latina y la más baja en el Mercosur. Ésta llega apenas al 6%. Existen unas 304.000 líneas disponibles; de éstas, sólo 280.000 están conectadas. Por otro lado, la empresa tiene cerca de 6.000 funcionarios (5.200 permanentes y 500 contratados), lo que en la práctica significa que existe un empleado por cada 49 líneas conectadas. Se calcula que la empresa estatal de telecomunicaciones podría funcionar perfectamente con 1500 funcionarios.

El vacío en el campo de las telecomunicaciones ha sido parcialmente llenado con las unas 700.000 líneas celulares. La inversión para ampliar la cobertura a sólo un 8% requeriría una inversión de 160 millones de dólares. Según el cronograma de privatización, el traspaso al sector privado de Antelco se produciría en septiembre próximo.

La empresa estatal está agobiada por una deuda que asciende a más de cien millones de dólares y por las denuncias de sobrefacturación de los usuarios. En un intento de saneamiento, el Gobierno declaró la intervención de la empresa hace algunos meses y la subida de sus tarifas en un 59% en enero.

Por segunda vez en menos de seis meses, el ministro encargado de la reforma, Juan Ernesto Villamayor, puso su cargo a disposición por considerar que la reforma del Estado corre peligro de fracaso debido a las discrepancias dentro del Gabinete. El presidente pidió un plazo hasta después de la Semana Santa para tomar una decisión. En abierta alusión al incidente protagonizado por el presidente en los días pasados, dice Villamayor en su misiva de renuncia: "El problema no se soluciona rompiendo una carta. Nosotros hoy nos ratificamos en esa carta y, es cierto, fuimos los generadores de esa nota, y eso es lo que nosotros entendemos que debe ser la posición del Gobierno".

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