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El fiscal investiga al presidente de Philips por comprar acciones de Endemol antes de su venta a Telefónica

Las autoridades sospechan que Cor Boonstra tuvo acceso a información privilegiada

Las investigaciones se centran en un paquete de acciones, cuya cuantía no ha trascendido, que Boonstra ordenó comprar poco antes de que la operadora española realizara su oferta por Endemol. Las sospechas apuntan a que pudo servirse de su compañera sentimental, la conocida empresaria Sylvia Tóth, propietaria de la empresa de trabajo temporal Content, que era en aquella época también miembro del Consejo de Administración de Endemol.

El precio que pagó Telefónica por la compra de Endemol, que vino precedido de una fuerte revalorización, fue cuestionado desde el mismo momento en que se anunció la operación, cuyas negociaciones fueron culminadas personalmente por el ex presidente de la operadora Juan Villalonga. De hecho, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV ) advirtió en agosto del año pasado, cuando se realizó el canje final de acciones, de que Telefónica no había recabado ningún informe de un asesor externo que justificara la valoración de Endemol, limitándose a justificar el precio por sus informes internos.

Por el momento, los portavoces del empresario holandés no han querido revelar ningún tipo de detalle sobre la transacción, salvo el reconocimiento de que se había abierto una investigación. El único comentario emitido oficialmente es que el presidente de Philips, que abandonará su puesto el próximo día 30 tal y como estaba previsto, 'espera con confianza y tranquilidad el resultado de las investigaciones de la fiscalía'.

No obstante, y aunque según Philips el asunto es 'una transacción de carácter privado', la multinacional de electrónica de consumo ha tenido la precaución de informar a los miembros de su Consejo de Administración.

Sin embargo, la apertura de la investigación administrativa ya ha tenido una primera consecuencia. Boonstra anunció ayer que, hasta que no finalicen las pesquisas, declinaba el ofrecimiento del banco de inversión ABN-Amro para incorporarse a su consejo de supervisión.

El revuelo que causó ayer enlos medios financieros holandeses la noticia de que el principal empresario del país estaba bajo sospecha sólo es comparable al que provocó Villalonga cuando anunció la operación, que supuso plusvalías multimillonarias para los propietarios de la firma que se hizo famosa por el programa Gran Hermano.

Los principales beneficiarios de la compra fueron los fundadores de Endemol, el presidente y el vicepresidente de la firma, John de Mol y Joop van den Ende, respectivamente, que controlaban el 48% de la firma. En particular, De Mol, que sigue presidiendo la productora integrada ahora en Telefónica Media, canjeó su 28,18% por el 1,5% de Telefónica, valorado entonces en 220.000 millones de pesetas, convirtiéndose así en el primer accionista particular de la operadora.

En tres semanas

La denuncia contra Boonstra fue presentada el pasado 4 de abril por la Comisión de Vigilancia del Mercado de Valores, STE, que no ha querido revelar las razones que les hicieron sospechar de la transacción. La Fiscalía señaló ayer que decidirá en el plazo de tres semanas si existen indicios para abrir un procedimiento penal o si, por el contrario, se archiva el caso.

La polémica que abre este presunto caso de información privilegiado reaviva la que suscitó la operación en sí, enmarcada en las grandes adquisiciones de Villalonga (Lycos, KPN, mediaWays), que sirvieron para impulsar la imagen internacional de la compañía gracias a un despliegue publicitario sin precedentes, pero cuya idoneidad financiera fue siempre puesta en duda.

De hecho, la Sociedad Rectora de la Bolsa de Madrid, a petición del Registro Mercantil, realizó un informe en el que se dejaba claro que el precio acordado por Endemol (158 euros por acción) era un 60% superior al de la media de la cotización de las acciones de la productora en los tres meses anteriores a la realización del acuerdo (17 de marzo de 2000) y más del triple que cuando comenzaron las negociaciones (3 de enero de 2000).

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