Una huelga de los trenes amenaza en Francia el inicio de las vacaciones
Los servicios ferroviarios franceses, que sufren paros parciales desde hace una decena de días, quedaron ayer fuertemente afectados por una huelga casi general y no se ve un final próximo. 'Más de 350.000 viajeros se preparan para tomar el tren mañana [por hoy], pero la compañía no podrá asegurar más que un tren de cada tres, dado que una parte de los maquinistas continúa en huelga', advirtió el presidente de la Empresa Nacional de Ferrocarriles (SNCF), Louis Gallois.
El problema de fondo es el temor de los sindicatos a una futura privatización. Los dirigentes de los trabajadores han visto ese peligro en un plan de modernización de la compañía que separa sus actividades por ramas. Los sindicatos, muy acomodados al modelo corporativista que ha presidido tradicionalmente la actividad de los ferroviarios, han convertido ese plan en uno de sus caballos de batalla. La dirección anunció ayer la congelación de dicho plan, pero su pesimismo respecto al inicio de las vacaciones envía una mala señal para los defensores del transporte público.
La compañía asegura que ha llegado al tope de las ofertas que puede hacer a los sindicatos, que comprenden un aumento salarial del 1,2%, en lugar del 0,5% inicial, y la contratación de 1.000 trabajadores adicionales a los 7.000 ya anunciados para este año, con lo cual la fuerza de trabajo de la SNCF superaría los 175.000 empleados a finales de 2001.
Servicios mínimos
En este ambiente, se abrió un debate sobre la implantación de servicios mínimos, que la ley francesa no contempla. El presidente francés, Jacques Chirac, se manifestó ayer a favor de 'servicios mínimos en el sector público', arguyendo que 'la huelga es un derecho fundamental, garantizado por la Constitución, y que nadie cuestiona (...) pero como toda libertad, encuentra también sus límites en las libertades de los demás'.
Chirac defendió los servicios mínimos tres días después de una interpelación parlamentaria de la derecha al Gobierno en el mismo sentido. El primer ministro, el socialista Lionel Jospin, descartó legislar ahora sobre servicios mínimos y preguntó a los diputados de derecha que le interpelaban por qué no lo habían hecho sus partidos cuando estuvieron en el poder.
Las huelgas de transportes en Francia no son una novedad, pero una regla no escrita hace que se conozcan con anticipación y que los usuarios estén prevenidos de las perturbaciones que cabe esperar. Sin embargo, a lo largo de los últimos diez días se han producido muchas interrupciones imprevistas y la exasperación ha ido en aumento.
Apuestas por la banda ancha
'Me temo que como no promováis una solución, lo tenemos muy negro', afirma la carta enviada a la CMT por una de las multinacionales implicadas en la construcción de la red que debería cerrar el 'anillo español' de la mayor infraestructura europea de banda ancha. Su objetivo es desarrollar una red troncal de fibra óptica para uso propio o de terceros (otros operadores de telecomunicaciones), que así pueden prescindir del alquiler de líneas a los antiguos monopolios de telefonía, uno de los capítulos de gasto más importante para las compañías de telefcomunicaciones que rivalizan con Telefónica, BT, Deutsche Telekom o France Télécom en sus mercados naturales. Han avanzado con lentitud en toda Europa por las dificultades para abrir las zajas en las que entierran el cable. En España, alguno de sus promotores se planteó la retirada. Los retrasos que sufren contrastan con las llamadas del Gobierno y de la CMT para que se desarrollen redes alternativas a Telefónica, que ha relegado la fibra óptica en favor del ADSL. Ayer mismo, la ministra Birulés afirmó: 'Si no sacamos adelante las redes de banda ancha no vamos a avanzar en la sociedad de la información'. Birulés, que participó en unas jornadas sobre Tecnología y Desarrollo organizadas por The Economist, reiteró que el Gobierno convocará a finales de abril un concurso para la concesión de dos nuevas licencias de móvil, pese a las advertencias sobre el impacto negativo que tendrán para el sector lanzadas desde Telefónica Móviles, Airtel y Amena. En ese encuentro, el presidente de Terra, Joaquim Agut, aseguró que su empresa ha cumplido los objetivos para el primer trimestre y se negó a especular sobre su futuro.
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