El keniano de Canillejas

'No me parece mal, al contrario, es un halago'. A Fabián Roncero le gusta que le llamen El keniano de Canillejas. Ayer se ganó con creces el apelativo. A punto de subir al avión en el aeropuerto de Berlín, estaba feliz por su triunfo en el medio maratón, con 59.52 minutos, cuarta mejor marca mundial de todos los tiempos en un mar africano, especialmente de kenianos, los grandes especialistas. Pero a la vez se encontraba muy afectado por la muerte el sábado de su colega Diego García. 'Sí, qué triste coincidencia. Ha sido una faena muy grande, un palo tremendo para el atletismo y para su familia'.

Fabián, el corredor del barrio madrileño de Canillejas, dio la de cal apenas una semana después de hundirse en el barro de Ostende, en los Mundiales de cross, pese a llegar como campeón de España. Pero lo había logrado en terreno seco. 'Soy el primero que dice que en pisos blandos, por mi forma de correr, no ando, me hundo'. Otra cosa hubiera sido que en lugar de la ciudad belga, la sustituta de Dublín hubiera sido la portuguesa Vilamoura, en el Algarve, o Marraketch. Se habrían parecido más al asfalto, el terreno duro preferido por este corredor urbano por naturaleza. Ayer lo demostró.

'Quería hacer una buena marca, pero no esperaba ésto'. Roncero batió ampliamente el récord de España de la distancia (21,975 kilómetros) que aún poseía desde 1996 Martín Fiz, con 1.01.08 horas, en Luxemburgo. El propio Roncero contó su carrera: 'Fue a gran ritmo. Hice 28.55 minutos en los primeros 10 kilómetros y 27.53 en los segundos. A mitad de recorrido íbamos 11 kenianos y yo. Pegué un estirón y me quedé con dos. En el kilómetro 14 dejé al que fue tercero [Rodgers Rop, que hizo 1.00.57] y en el 17 al segundo [Titus Munji, 1.00.27], y me fui solo'.

Con 59.52 sólo le superan ya oficialmente el multilaureado keniano Paul Tergat (59.17, en Milán, 1998), el portugués Antonio Pinto (59.43, Lisboa, 1998), y otro keniano, Moses Tanui (59.47, Milán, 1993). Tras ellos, un mundo africano. Y lo de Pinto, el único blanco,es un tanto discutible, porque el recorrido de Lisboa, con un trazado ligeramente cuesta abajo, habitualmente no lo homologa la Federación Internacional para la lista de mejores marcas. El mismo Tergat, derrotado ayer por el surafricano Hendrick Ramaala, ambos con tiempos mucho peores que Roncero (1.00.26 y 1.00.27, con Pinto, octavo, en 1.01.16) hizo el año pasado, por ejemplo, 59.06 minutos cuesta abajo.

Roncero ha vuelto a demostrar una enorme calidad, que el próximo día 22, en el importante maratón de Rotterdam, el escenario de sus mayores gestas, podría confirmarse. Ganador en 1998 y segundo en 1999, con sendos récords de España 2.07.26 y 2.07.23 horas (el vigente), su actuación de ayer parece anunciar otra hazaña. Él, sin embargo, es cauto: 'El maratón es otra cosa. Las dos últimas carreras han ido mal y no se puede decir nada por adelantado. Prefiero correr y después hablar'. Al madrileño, además, le suelen amenazar los calambres a partir del kilómetro 30 y siempre influyen las condiciones meteorológicas, como la lluvia y, sobre todo, el viento.

Lo que niega Fabián es que le pueda la presión en las grandes ocasiones. 'No. Fui sexto en los Mundiales de Atenas y en Sevilla coincidió la mala suerte de una lesión. He sido décimo en los Mundiales de cross, en Marraketch y si tengo que asumir un fracaso ha sido el de ahora de Ostende, pero no niego que en barro no puedo y todo el mundo lo sabe'.

En todo caso, a Fabián, que también batió el récord de España de 10.000 metros en 1998 (27.14.44 minutos), y posee ya todos los récords nacionales de las largas distancias, le falta para la gloria completa el gran podio mundial u olímpico, como a Abel Antón o a Martín Fiz. Pero aún está en el camino. Al revés que ellos, al borde de la retirada, tiene todavía mucho tiempo. El pasado 19 de octubre cumplió los 30 años, ocho menos que el soriano y el vitoriano. De momento, en el gran puerto holandés de Rotterdam, en 20 días, tiene su nueva cita para el asombro.