_
_
_
_
_
Crónica:GOLF
Crónica
Texto informativo con interpretación

A la caza del 'Grand Slam'

Llega Augusta, donde Tiger Woods puede ganar su cuarto 'grande' seguido

Carlos Arribas

Los puristas se han llevado las manos a la cabeza. 'No es eso, no es eso', afirman. Y según se acerca Augusta, el Masters (5 a 8 de abril, esta semana), el primer grande de la temporada de golf, más altas se oyen las voces de los indignados. Su discurso es, más o menos, éste: 'Aunque Tiger Woods gane el Masters, que seguramente ganará, que no se le ocurra hablar de Grand Slam. Eso es otra cosa'.

Oficiosamente, porque en ningún libro figura en qué consiste realmente el Grand Slam, un concepto creado por la prensa hace 70 años, y en pureza, ganar el Grand Slam es ganar los cuatro torneos grandes del golf (Masters, Open de Estados Unidos, Open Británico y Campeonato de la PGA) en el mismo año. Nadie lo ha conseguido.

Pero ha llegado Tiger Woods. Ha llegado el año 2000. El jugador norteamericano no ganó el Masters, pero sí los dos Open y el PGA. Los tres seguidos. Y ha llegado 2001. A la gente de Woods, a todo el conglomerado que sirve de portavoz del mejor jugador, quizás, de la historia, se le ha ocurrido decir que, vale, no será un Grand Slam, pero que si su protegido gana en Augusta se convertirá en el primer jugador de la historia que ostenta simultáneamente el título de los cuatro grandes. Y eso es mucho. Otros de los suyos han llegado más lejos y han dicho que no sólo lo habría conseguido en un año, sino en menos, que el primero lo ganó en junio de 2000 (Open de Estados Unidos) y el cuarto en abril de 2001 (el Masters, si llega), en un plazo de 10 meses. Y los puristas responden que, verdaderamente, el Grand Slam es en realidad cuatro torneos en cinco meses: uno en abril, otro en junio, otro en julio y el cuarto en agosto.

Y los guardianes de las esencias del golf abren el gran libro de la tradición y desentierran el concepto del Cuadrilátero Impregnable: la simetría y el orden de la gran aventura de Bobby Jones en 1930, cuando el golfista que inventó el Masters cuatro años más tarde, logró lo que entonces se ganó por primera vez la apelación controlada de Grand Slam: el Open de Estados Unidos, el Open Británico, el Británico Amateur y el Estados Unidos Amateur, la hazaña nunca repetida. Y no la comparen con lo que haga Woods.

Pero los defensores del más joven ganador del Masters (recuerden que en 1997, cuando lo ganó con una tarjeta récord de 270 golpes, -18, y con una ventaja de 12 golpes sobre el segundo, Woods tenía 21 años) remachan con más: ninguno de los más grandes, ni siquiera Jack Nicklaus y Ben Hogan, que estuvieron cerca en 1972 y 1953, respectivamente, consiguieron nunca lo que Woods puede estar celebrando dentro de una semana: el Open de EE UU, el Británico, el campeonato de la PGA, el Masters, todos seguidos, en una tacada, uno detrás de otro. Y han sido tan lanzados que hasta han acuñado un nuevo concepto. 'Vale, no será el Grand Slam', aceptan. 'Pero sí será el Slam del Tigre. Y que no se preocupen los puristas: dentro de poco la pregunta no será si es o no es un Grand Slam puro, sino cuántos Grand Slam será capaz Woods de ganar en su carrera'.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_