Una Liga de dos

La disputa por el título comienza a despejarse y parece definitivamente cosa de dos: Real Madrid y Deportivo, que ganaron el sábado antes de proseguir su aventura en Europa. El Valencia perdió el paso y el partido frente al Espanyol, equipo que acostumbra a hacer buenos encuentros en Mestalla. Por si acaso, el Valencia había puesto todas las condiciones para abandonar la carrera por el campeonato. Un ambiente demasiado turbulento ha convertido al club en un escenario bélico. Cúper ha vivido dos temporadas complicadísimas, con la enemiga de la gente, que vive fascinada por el recuerdo de Ranieri, antítesis del entrenador argentino. Si Ranieri es un populista consumado, uno que conoció muy bien los resortes emotivos de los aficionados del Valencia, Cúper no concede un centímetro a la demagogia. Dos excelentes temporadas no le han servido para ganarse la estima de los hinchas. La relación se ha podrido de tal manera que ya no hay puentes posibles, pero desde las tribunas no se puede reprochar al técnico su más que probable fichaje por el Barça. Sería curioso que, después de exigir su marcha, ahora le acusaran de abandonar el barco.

El Valencia pagó sus contradicciones y se coloca a diez puntos del Madrid, lo que se puede considerar una distancia infranqueable cuando sólo quedan 30 puntos por jugarse. A esa misma distancia se encuentra al Barça, también empeñado en abrir frentes de crisis. Sólo así se entiende la profusión de rumores y noticias que genera el club, sometido a un estilo que recuerda los años más ruidosos de Mendoza y Sanz. Cuando la temporada llega a su punto culminante, se sabe por boca de los directivos que el Barça ha contratado a Riquelme y que ha contactado con varios entrenadores. En la plantilla se escuchan quejas, y con razón. Con dos competiciones a su alcance -la UEFA y la Copa-, el Barça prefiere pensar en el futuro que en el presente. Sobre el futuro también hay dudas: ¿qué pinta Riquelme en un equipo que tiene a Rivaldo, Gerard y De la Peña? Clase no le falta, pero es difícil pensar que la primera prioridad del Barça sea añadir otro jugador a un puesto que parece el camarote de los hermanos Marx.

Las noticias más sabrosas de la jornada estuvieron relacionadas con el descenso. El más perjudicado fue el Numancia, derrotado en Chamartín. Osasuna, un club que ha dado muestras de sensatez, comienza a sacar rédito. Ganó a un tristísimo Athletic y se escapa momentáneamente de la cola.