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Reportaje:

Llega el cerdo ecológico

Unos ganaderos criarán animales al antiguo uso y los sacrificarán a los 8 meses

¿Podemos fiarnos de lo que comemos? Esta es la pregunta que se hacen todos los días miles de personas ante la psicosis originada por la aparición de nuevos casos de enfermedades que afectan a los animales de granja y también por el temor a que la carne pueda llegar al final de la cadena alimentaria en malas condiciones de salubridad. Los consumidores están cambiando sus hábitos, y a la hora de hacer la compra cada vez se inclinan más por los productos que le ofrecen una mayor seguridad.

Con este criterio, un grupo de 13 ganaderos independientes de las comarcas leridanas de la Noguera, Segarra, Urgell y Solsonès ha decidido declarar la guerra al clenbuterol, las dioxinas, los antibióticos y los aditivos no recomendados para la alimentación del ganado y recuperar el gusto por los alimentos caseros. Para ello, siguiendo la experiencia exitosa de la marca pollastre de l'era, han decidido crear la primera cooperativa que se dedicará a la cría de cerdos ecológicos. Los animales son alimentados de forma natural, como se hacía hace 50 años, cuando la producción ganadera no tenía las actuales dimensiones industriales.

'Nuestro objetivo es criar los cerdos con métodos tradicionales, a partir de una alimentación basada en cereales y leguminosas, sin harinas de carne, sin grasas animales, sin subproductos y sin antibióticos', explicó ayer Joan Graells, presidente de la cooperativa Productores Asociados de Carne. De este modo se ha empezado a comercializar por primera vez carne de cerdo con la etiqueta de calidad.

A juicio de Graells, existen notables diferencias entre este sistema y el modelo de producción industrial que se ha seguido en los últimos años. El nuevo producto, denominado porc de pagès, procederá de animales que en ningún caso superarán los 120 kilos de peso y los ocho meses de vida. Además, todos los machos serán castrados para evitar malos olores en la carne. Otra ventaja es que los cerdos se criarán y cebarán en granjas de pequeñas dimensiones, que tendrán entre 100 y 400 madres reproductoras. La densidad de reses en cada explotación también será menor y facilitará el control ambiental y les proporcionará un mayor bienestar.

Un laboratorio y un equipo de veterinarios se encargarán de controlar todo el proceso productivo, desde el nacimiento de los cerdos hasta que la carne llegue a la tienda. 'Cada cerdo tendrá su documento de identidad y los consumidores podrán conocer su evolución', señaló Graells. 'La primera regla de nuestra sociedad es que los animales serán de ciclo cerrado. Los lechones nacerán en nuestras explotaciones, con lo que nos evitaremos muchos de problemas sanitarios'.

En estos momentos, la producción mensual de la cooperativa es de 20 toneladas de carne de cerdo, pero el objetivo a corto plazo es llegar a las 240 toneladas y poder comercializar los productos en charcuterías de toda Cataluña. Graells cree que la carne de los cerdos alimentados de forma natural tendrá cada vez una mayor aceptación entre los consumidores 'porque les garantizamos un producto de calidad', aunque a cambio haya que pagar más.

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Explotación de cerdos en Porqueres.
Explotación de cerdos en Porqueres.PERE DURAN

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