Actrices fuera de las rejas

Una niña quiere vivir una aventura romántica, llena de glamour, y tres brujas deciden desprenderse de su careta de malas y le regalan a una muchacha una aventura con mucho amor e intriga. Ésta es la base de la obra teatral La noche de Sabina, escrita por Ignacio del Moral, una bonita historia como muchas otras que se programan en la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid. Pero ésta, además, esconde entre bambalinas otras historias, tanto o más interesantes que la que se desarrolla sobre el escenario. Como, por ejemplo, la de Paula Andrea Chavarro, la actriz colombiana que da vida a Sabina. Esta joven colombiana es, como sus 11 compañeras de reparto, miembro del grupo de teatro Yeses, nacido a la sombra de los muros de la cárcel de Alcalá-Meco. Chavarro se aficionó a las tablas hace dos temporadas, cuando entró a formar parte del grupo de teatro, pero el pánico escénico pudo con ella y tuvo que abandonar el taller el año pasado. Ahora regresa como actriz principal. 'En este tiempo he superado muchas cosas', dice Chavarro en el camerino; 'eso sí, cuando sales a escena impone un poco que tanta gente te esté viendo'.

Más todavía impone que, después del pase, las actrices son recogidas por agentes de la Guardia Civil, que las transportan de vuelta a la prisión en un furgón blindado. 'Resulta muy desagradable salir esposadas delante del público que cinco minutos antes te ha estado aplaudiendo; sabemos dónde estamos, pero a nadie le gusta que le humillen', describe Dayma, otra joven colombiana de 21 años. 'Ninguna de nosotras piensa en escaparse porque no sólo se perjudicaría a sí misma, sino a todo el grupo', dice esta actriz, para quien no representa demasiado trabajo aprender de memoria los textos, 'basta con proponérselo', dice, aunque los giros del castellano peninsular le costaron 'bastante esfuerzo'.

El grupo Yeses nació en 1985 cuando Elena Cánovas montó un taller de teatro en la antigua cárcel de Yeserías. Entonces nadie se imaginaba que la importancia de este taller iba a traspasar las rejas de la prisión. Desde entonces, numerosas reclusas se han subido a los escenarios de la región llevando el nombre del grupo, Yeses. Esta temporada, el grupo ha representado con motivo del día de la Mujer Trabajadora La noche de Sabina, un espectáculo producido por la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid. Las actrices aseguran que la participación en las obras de teatro les permite alejarse de la dureza de las rejas y conocer a sus compañeras de forma distinta. Y es que la relación dentro del grupo es 'ejemplar', según comentan ellas mismas.

Los aplausos se convierten para ellas en el mejor refuerzo y en la parte más agradable de su trabajo. Todas aseguran que sienten 'algo muy especial' cuando el público se pone en pie y no deja de aplaudir. 'Las primeras veces te da miedo salir al escenario. Te impresiona muchísimo. Luego te relajas cuando oyes los primeros aplausos. Sabes que has hecho algo bien y la gente te lo reconoce. Es algo muy grande de explicar', añade Ysy, una presa de 36 años que ha estado antes en las prisiones de Tenerife y de Ávila. Ahora comparte su participación en el grupo con los estudios de primer curso de Ciencias de la Educación en la UNED.

'También nos ayuda mucho el que algunos actores profesionales trabajen con nosotros durante los montajes. Ellos nos dan consejos o nos comentan cómo podemos mejorar. Poco a poco vas interpretando mejor los papeles que te tocan y eso lo notas cuando ya has salido varias veces al escenario. Estás mucho más suelta', concluye Ysy. Estos actores profesionales hacen los papeles masculinos. 'Siempre se trabaja mejor con ellas que en otras compañías profesionales. Es otro ambiente, porque para ellas el hecho del teatro tiene un valor más significativo. Consiguen la espontaneidad total', señala José Bau, coreógrafo y galán en La noche de Sabina. 'Existe una anécdota curiosa en el grupo y es que a uno de los policías que se encargan de su custodia le gustó tanto el trabajo que hacían que pidió participar en la obra. Siempre que puede interpreta un papel en la obra. Eso te da un poco el carácter y la relación que existe entre los policías y las mujeres que participan en el taller', explica la directora del grupo.

La obra dura una hora y media y se representa sin descanso. Así, según la directora, se evita que el público se distraiga y las actrices están 'más metidas en su papel'. La gira comenzó el 5 de marzo en el teatro Muñoz Seca con la participación de Francisco Valladares y concluirá el 2 de abril en Alcalá de Henares.