ETA dispone de un segundo 'comando itinerante' con el que ya ha atentado en Sevilla y Gandia
Rajoy pedirá mañana al ministro del Interior francés que aumente la presión sobre la banda
Las investigaciones de la Guardia Civil tras las detenciones de Alicia Sáez de la Cuesta, Aitor Olaizola y Eider Pérez han sido un saco de sorpresas. Cuando Sáez de la Cuesta fue capturada el lunes de madrugada ante el bar Delicias de A Coruña, los investigadores estaban casi convencidos de que era la jefa del comando itinerante que había sembrado coches bomba indiscriminados en Sevilla, Gandia, Roses (Girona) y Benabarre (Huesca)
Llegaron a esa conclusión porque sabían que había sido la jefa del comando Basurde, que en diciembre de 1999 intentó llevar a Madrid dos furgonetas con 1.700 kilos de explosivo. Por ello y porque contó poca cosa en los interrogatorios, los responsables antiterroristas llegaron a pensar que sólo se había desplazado a Galicia con el fin de centrar objetivos para atentar posteriormente contra ellos con coche bomba. Manuel Fraga, presidente de la Xunta, era la víctima elegida.
Las detenciones de Aitor Olaizola Baseta y Eider Pérez Aristizabal, el lunes por la mañana, empezaron a aclarar las cosas, especialmente después de que la Guardia Civil les hallara planos de Roses, de otras varias localidades catalanas y de ciudades de Galicia. Las confesiones de Olaizola confirmaron la sospecha que asaltó la noche en que la dinamita de ETA se hizo fuego en Roses y Gandía: que la banda disponía de dos comandos o 'dos equipos' itinerantes y que uno aún puede actuar.
Olaizola, supuesto miembro del comando Sugoi, contó que él y Eider Pérez habían trasladado desde Perpignan (Francia) hasta Roses el coche con 90 kilos de dinamita que mató al mosso d'esquadra Santos Santamaría Avendaño y que a ellos se les averió en Benabarre un coche con 200 kilos de explosivos.
También admitió haber ido a Sevilla para recabar datos para colocar bajo el edificio de cristal de la Tesorería de la Seguridad Social un coche con 160 kilos de dinamita. Pero Olaizola dijo que el no lo llevó, que fueron 'otros miembros' de la banda los que colocaron el coche de Sevilla. Tampoco admitió haber llevado a Gandia el vehículo con 50 kilos de dinamita.
La duda de Madrid
Fuentes del Ministerio del Interior han confirmado la existencia de ese segundo comando. Por las coincidencias en el modus operandi, también se investiga si los coches bomba colocados en Madrid -el 8 de agosto en la calle de Platerías y el 12 de junio en Callao- fueron conducidos por uno de ese segundo equipo.
En casi todos los casos, los coches fueron robados y cargados con la bomba en Francia y entraron en España presumiblemente por los pasos fronterizos de Navarra y Cataluña. Los etarras actuaron a las órdenes de Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, hasta su detención, el pasado 22 de febrero a partir de la cual las recibieron de Ainhoa Múgica Goñi, Olga. Una confirmación más de que la dirección etarra, los robacoches y los ladrones de explosivos para la banda están radicados en Francia.
La presencia en el país vecino de la logística etarra y la necesidad de reforzar la colaboración antiterrorista serán los asuntos que mañana tratarán el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, y su homólogo francés, Daniel Vaillant, durante la reunión que mantendrán en París. A pesar de que España califica de buena la colaboración antiterrorista, también desea que mejore y que se intensifique la presión sobre ETA en el territorio francés.
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