Dos vecinos increpan al regidor por el estado ruinoso de su casa

Eduardo Arranz y Beatriz Fernández, dos vecinos de un edificio que se encuentra apuntalado desde hace siete años en la calle de Bordadores, 9, interrumpieron ayer al alcalde, José María Álvarez del Manzano, cuando éste criticó al portavoz socialista, Rafael Simancas, por sus manifestaciones sobre la alarma social provocada por el derrumbe de dos edificios en obras. 'Es usted el que crea alarma con sus declaraciones', reprochaba el alcalde a Simancas, cuando se oyó desde la tribuna de invitados: '¡No es verdad! ¡No hay derecho!' El alcalde, desde la presidencia del pleno, les mandó callar. '¡Esto es una vergüenza!', continuaron los vecinos.

Dos policías municipales se acercaron a ellos indicándoles que no podían intervenir.Los dos vecinos explicaron a los agentes que habían acudido al pleno para transmitir a los concejales la 'indefensión total en la que se ven'. 'Llevamos siete años con el edificio apuntalado, el dueño no quiere hacer las obras porque ha pedido la declaración de ruina y Gerencia de Urbanismo tiene la obligación subsidaria, pero no hace las obras. Estamos hartos de poner denuncias', afirmó Beatriz Fernández.

El debate sobre las causas que provocaron recientemente el derrumbe de dos edificios en apenas una semana, en los que murieron tres personas, fue uno de los momentos más crispados del pleno, a pesar de que el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, presentó a media mañana una enmienda transaccional en la que recogía algunas propuestas de la oposición. Del Río se comprometió a aumentar los inspectores para controlar las obras, pero rechazó que se cree un registro de empresas autorizadas para rehabilitar inmuebles, como pedía IU. Justo Calcerrada, de IU, y la edil socialista Matilde Fernández consideraron insuficiente la propuesta y no respaldaron la enmienda transaccional.