La historia de un museo

En 1945, en pleno proceso de letargo social y cultural, la ciudad de Alcoy inauguró un museo municipal destinado a difundir y estudiar el patrimonio arqueológico de la zona. La consecución de este proyecto no fue azarosa, y entre los múltiples factores que motivaron su nacimiento resalta la labor de un grupo de estudiosos y aficionados que dedicaron sus vidas a la investigación de la prehistoria. A todas estas personalidades, irreversiblemente ligadas a la historia de la arqueología alcoyana, está dedicada la exposición Eruditos, coleccionistas y arqueólogos, presentada ayer en el Museo Arqueológico Municipal. La muestra es de producción propia, y se financia con fondos de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

La exposición se organiza mediante diferentes paneles explicativos que incluyen documentación sobre las primeras investigaciones arqueológicas, así como información sobre la historia del edificio, los orígenes del museo y su trayectoria.

Según José María Segura, nombrado recientemente director del centro, 'la exposición era necesaria para explicar la génesis, evolución y futuro del museo, así como para consolidar una colección realmente excepcional'.

Aprovechando el acontecimiento, el centro presentó oficialmente su página web, a través de la cual se podrá acceder a una selección de 60 piezas arqueológicas escogidas entre las más representativas de la colección. El acto, celebrado en el Centro Cultural, fue seguido por la entrega del último ejemplar de la publicación Recerques del Museu d'Alcoi, una revista anual que consolida la vocación editorial del museo.

Entre los investigadores, coleccionistas y aficionados que han ido configurando la fisionomía de la actual sala expositiva, destaca la figura de Camilo Visedo Moltó, responsable de los trabajos de recuperación del poblado ibérico de la Serreta y referente de la Paleontología y la Arqueología comarcales. La colección de este estudioso, cedida a la institución en donación testamentaria, constituye el núcleo fundamental del centro, que se denomina con su actual nombre desde 1958, en agradecimiento a la aportación de este hombre moderno y generoso.

Los antecedentes de la investigación arqueológica se remontan, sin embargo, a finales del siglo XIX. En la época de la burguesía ilustrada y del máximo esplendor industrial de Alcoy, el ingeniero Enrique Vilaplana i Julià, creador del proyecto de ensanche de la ciudad, descubrió los enterramientos de la gruta de Les Llometes. Ésta fue la primera excavación científica de yacimientos prehistóricos y el origen de una larga tradición de investigaciones.

Su trabajo fue retomado años después por el cronista Remigio Vicedo, precursor del núcleo de investigaciones prehistóricas más importantes del País Valenciano. A este grupo se debe la realización de las primeras excavaciones autorizadas por orden real según la legislación del momento. Aunque este grupo nunca llegó a organizarse y sus esfuerzos se dispersaron hacia diferentes trayectorias, sus investigaciones contribuyeron a consolidar las bases que justificaron el éxito de la creación del museo y garantizaron su oferta durante estos últimos 50 años.