AENA admite que ampliar Barajas causará daños medioambientales 'irreversibles'
El estudio de impacto reconoce que la zona acoge una gran variedad de fauna y flora
Las obras de ampliación del aeropuerto de Barajas van a afectar, y mucho, a la fauna y la flora de las márgenes del Jarama, en las que viven especies animales protegidas e incluso algunas en peligro de extinción. Así lo reconoce el estudio de impacto ambiental elaborado por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), que se encuentra actualmente en periodo de información pública. Los daños medioambientales, según el informe redactado por este organismo -dependiente del Ministerio de Fomento y encargado de gestionar los aeropuertos-, serán 'permanentes, irreversibles y sólo recuperables en una pequeña parte', y afectarán a una 'notable variedad y diversidad de hábitats: medios ricos, diversos y productivos como los acuáticos, zonas arboladas y biotopos abiertos sin vegetación leñosa'.
AENA, organismo público dependiente del Ministerio de Fomento que gestiona los aeropuertos, ha diseñado un plan de ampliación, presupuestado en unos 300.000 millones de pesetas, que incluye la construcción de dos nuevas pistas y una terminal. Para levantarlas habrá que modificar el entorno aeroportuario y desviar 1.700 metros del río Jarama, pues una de las nuevas pistas se ubicará sobre su cauce.
'En su conjunto', explica el informe, 'el área contiene una notable variedad y diversidad de hábitats: medios ricos, diversos y productivos, como los acuáticos, zonas arboladas y biotopos abiertos sin vegetación leñosa. Su interconexión permite una gran riqueza faunística'. Y añade: 'El río Jarama es el eje vertebrador natural de este territorio, el elemento que lo caracteriza y enriquece'.
La ampliación de Barajas afectará, además, a una zona declarada hábitat de interés comunitario, que se extiende unos cien metros a cada lado del Jarama. Sólo consiguen esta tutela europea las zonas que se encuentran bajo amenaza de desaparición o que presentan una distribución natural en regresión. El estudio admite que la 'acción de desbrozar y despejar el terreno tiene efectos directos sobre las formaciones vegetales naturales, pudiendo provocar su desaparición total o parcial'. AENA da por seguro que las obras acabarán con el 21,4% de los bosques de galería del río (16 hectáreas) y el 20% de las praderas. Igualmente desaparecerán el 72% de las choperas reforestadas (26 hectáreas) y el 8,8% de los pinares.
'Los efectos de los trabajos de desbroce', afirma, 'son negativos y tienen una alta intensidad derivada de la pérdida de vegetación afectada por erradicación o por su exposición a fenómenos de desecación'. Los técnicos consideran que, en principio, el 'impacto es recuperable' con repoblaciones, pero admiten que, 'debido a que afecta a formaciones calificadas como hábitats de interés comunitario, el impacto es severo'.
La ampliación, siempre según el estudio ambiental, destruirá 'parte de los hábitats faunísticos, sus áreas de cría, campeo y alimentación'. Las especies afectadas serán el sisón, la perdiz, el aguilucho cenizo y el cernícalo vulgar, entre otras.
Martinetes y garcillas
Los animales que viven en las charcas de la zona deberán buscarse también otro lugar para vivir. En el espacio comprendido entre el área ocupada por la futura pista 15L/33R y las actuales pistas cruzadas se localiza un conjunto de lagunas que albergan una importante población reproductora de martinetes, así como garcillas bueyeras, garceta común y otras aves acuáticas. Pero 'la situación de las lagunas en el futuro aeropuerto no es la más idónea desde el punto de vista de seguridad', dice el informe, 'ya que las aves tendrán que cruzar la nueva pista para dirigirse al Jarama. Ante esta situación, es necesario proceder al desecado paulatino, al objeto de expulsar a sus poblaciones, lo que tendrá efectos no sólo sobre la ornitocenosis, sino sobre el resto de comunidades animales'.
Los técnicos proponen construir lagunas en otros lugares. Pero 'el impacto hay que calificarlo de severo, ya que las técnicas que se utilizarán son complejas y presentan incertidumbres sobre su eficacia'. El estudio constata la presencia de numerosos animales protegidos e incluso algunos en peligro de extinción (cernícalo primilla). De ellos destacan la mariposa Zerynthia rumina (especie amenazada), anfibios como el sapo bufo, aves sedentarias como la lavandera blanca y el zampullín, rapaces como el aguilucho cenizo y el águila calzada, y mamíferos como el zorro, el jabalí y el gato montés.
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