Objetivo difuso

El fichaje por Blue Note, en 1990, ejerció un curioso efecto sobre el pianismo de Geri Allen. Como si quisiera recuperar las sensaciones juveniles de su etapa formativa, basada en el estudio de los boppers, inició el regreso hacia formas más conservadoras. Ahora que graba para otra etiqueta poderosa, su objetivo sigue antojándose difuso. Escuchar en el San Juan su introducción a Dark prince equivalió a contemplar una marejadilla de teclas pulsadas en nombre de una intensidad algo estéril.

Parte del problema radicó en las composiciones originales, inexpugnables e inclementes como búnkers de hormigón armónico y rítmico pero huecos de melodía. El panorama cambió radicalmente cuando Allen atacó el ellingtoniano I'm beginning to see the light; entonces pareció que acababa de llegar la primavera. Allen volvió a la seriedad para recordar a dos de sus modelos predilectos, Mary Lou Williams y Herbie Nichols, en Mary's waltz, y redimió parte de las divagaciones con una atractiva serie de improvisaciones. Su sección rítmica parecía estar allí por circunstancias de la vida.