Una campaña crucial

'La campaña electoral vasca va a ser realmente crucial porque creemos que existe un porcentaje significativo de electores, superior al 17% que todavía no ha decidido si va a votar ni por qué grupo lo hará, en el caso de que acuda a las urnas'. Esta opinión, formulada por un conocido especialista del Partido Popular, es compartida en estos momentos por la cúpula de los principales partidos, incluido el PNV, que acudirán a los comicios del 13 de mayo en Euskadi.

De momento, sin embargo, la campaña va a sufrir un frenazo provocado por las vacaciones de Semana Santa (los vascos constituyen la tercera comunidad española que más aprovecha las vacaciones para viajar fuera de su residencia habitual). Habrá que esperar, pues, hasta la celebración del Aberri Eguna, que tiene lugar el domingo de Resurrección, para que se produzca el auténtico relanzamiento electoral.

La conferencia en la Academia de la Historia de José Antonio Ardanza ha despertado un enorme interés

Mientras tanto, la atención política se centra en el análisis de las diferentes encuestas y sondeos realizados hasta ahora y en especular sobre el contenido de la conferencia que pronunciará el próximo 3 de abril el ex lehendakari José Antonio Ardanza, dentro del ciclo sobre 25 años de democracia que ha organizado la Real Academia de la Historia, en Madrid.

'Esta es la gran ocasión para comprobar si es verdad que Ardanza, y un sector del PNV, cree que el proceso de Lizarra ha sido un error y que la pacificación del País Vasco pasa, necesariamente, por el respeto a los mecanismos establecidos por el Estatuto y la Constitución. Si Ardanza no lo dice ahora, dará igual lo que explique en el futuro', opina un dirigente socialista que ha mantenido siempre buenas relaciones con el PNV.

Dentro del Partido Nacionalista Vasco, por el contrario, no se espera una sorpresa: 'Ardanza no descalificará el proceso de Lizarra, porque en su momento no levantó la voz para criticarlo', asegura un destacado militante.

La dirección del PNV ya ha decidido las líneas básicas de su campaña: 'Queremos, fundamentalmente, atraer al sector de votantes de EH que se pueda sentir frustrado por la ruptura de la tregua', explica un miembro de la ejecutiva nacionalista. 'En eso hemos estado todos de acuerdo y nadie lo ha discutido'.

Fuentes nacionalistas admitieron que el ex lehendakari Ardanza se ha mantenido, por el momento, bastante al margen de la precampaña electoral, pero aseguran que está previsto que participe activamente en el futuro, 'al menos en apoyo del que fue su consejero de Interior, Juan Maria Atutxa', cabeza de lista por Vizcaya.

Atutxa, que se encuentra especialmente amenazado por ETA, ha sido además señalado la semana pasada por Arnaldo Otegi como parte del 'sector más reaccionario del PNV' y como una de las personas que está alentando la ruptura del grupo Aralar con Euskal Herritarrok.

La difícil posición del ex consejero del Interior causa perplejidad en algunos medios nacionalistas. 'Es difícil comprender que, al mismo tiempo, haya dirigentes, como Joseba Egibar, que se pueden pasear completamente solos por el centro de San Sebastián o por los pueblos del interior. Es muy triste que eso suceda dentro de un mismo partido y que ni Arzalluz levante la voz para reconocer que es una vergüenza', se queja un empresario vasco próximo al nacionalismo.

El parón de Semana Santa va a permitir que los especialistas analicen con cuidado los resultados de las encuestas. La mayoría de ellos considera que faltan muchos días para la celebración de las elecciones y que con un nivel de ocultación de voto tan grande como el que se está produciendo en Euskadi los sondeos son menos fiables que nunca.

'Es posible que ahora funcionen mejor modelos de simulación a partir de resultados reales que la proyección de voto de acuerdo con los sondeos de hoy', admite un analista del PSOE. Los populares, por su parte, están tan convencidos de la opacidad de los sondeos que han renunciado a los famosos seguimientos diarios (telefónicos) que han venido practicando en todas las campañas electorales desde hace años.

Una de las pocas cosas que parece clara en todas las encuestas es el alto nivel de participación previsible, superior incluso al 70% de los comicios de 1998. Los expertos del PP calculan que el 13 de mayo acudirá a las urnas entre el 73% y el 74% del censo, una cifra extraordinariamente alta que pone de manifiesto la importancia que los propios electores dan a la cita.

'Con niveles de este tipo, lo básico para el PP y para el PSOE va a ser que cada uno sea capaz de movilizar al máximo su propia parcela. Eso y que entre los dos grupos atiendan al votante con bajo nivel de adhesión, es decir, el que vota al partido en el Gobierno pero no se considera nacionalista militante', explica el mencionado especialista del PP.

'Arremolinar a los propios votantes, conseguir que acudan a las urnas' es también el principal objetivo de los socialistas vascos, según las palabras de uno de los miembros de la ejecutiva federal.

El PSOE es consciente de que el comportamiento de los electores que le dieron su papeleta en las generales va a ser uno de los elementos decisivos de estas elecciones, pero aún no parece tener claro cómo lograr su movilización. Antes del regreso de las vacaciones, el comité de crisis presidido por el secretario general José Luis Rodríguez Zapatero, e integrado por Jesús Caldera, Pepe Blanco, Nicolás Redondo, Jesús Eguiguren, Rodolfo Ares, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Andrés Torres Mora, tendrá que haber decidido cuál será el único mensaje socialista.