'Quemaría más de la mitad de mis partituras', afirma Xavier Benguerel

Benguerel está enfrascado en la composición de una ópera sobre Salvador Dalí con libreto del autor teatral Jaime Salom. Trabaja sin prisas -la obra es un encargo del Ministerio de Cultura que se estrenará en 2004 bajo la batuta de Antoni Ros Marbà- y sin presiones, libre de dictados estéticos. 'Desde que conseguí librarme de la tiranía de las vanguardias, hace 15 años, busco lo esencial en la música, que es su poder comunicativo, sin hacer experimentos pero aprovechando los recursos técnicos que han enriquecido el lenguaje orquestal en el siglo XX como en ninguna otra época', dice.

'Ahora escribo más lentamente, tengo ímpetu y sigo apasionándome con la música, pero de una forma mucho más serena, buscando una escritura más clara, concisa y comprensible porque he llegado a la conclusión, después de años de experimentación, de que no hay mejor grafía que la tradicional. Con ella puedes decirlo todo', asegura Benguerel, precisando que esa sencillez de recursos no significa una concesión, sino una certeza. 'No volveré a la música tonal porque creo que ya no tiene sentido, y tampoco haré concesiones comerciales, simplemente quiero hacer la música que siento, sin que nadie me imponga nada'.

Sobre su vuelta a la ópera -en 1981 escribió la ópera de cámara Spleen-, Benguerel avanza: 'Sigo una línea antibarroca en la que elimino lo superfluo y busco la mayor expresividad vocal porque en la ópera las voces han de cantar, no hacer experimentos'. El Teatro Real o el de la Zarzuela son los escenarios que baraja para el estreno de su ópera sobre Dalí, y sueña con presentarla también en el Liceo. 'Es una ópera creada por un libretista, un compositor y un director de orquesta catalanes sobre uno de los artistas catalanes más célebres del siglo XX y lo lógico sería que llegara al escenario del Liceo, pero nunca se sabe. A los compositores catalanes se nos trata mejor en Madrid que en nuestra propia casa'.

En el concierto de homenaje, solistas de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) dirigidos por Alfons Reverter ofrecerán el miércoles en la Sala Polivalent del Auditori (20.30 horas) un programa con obras de tres autores escogidos por Benguerel -Claude Debussy (Syrings, para flauta sola), Bela Bartók (Contrastes) e Ígor Stravinski (Octeto)- y una de sus partituras, Set faules de La Fontaine, en la que actúa como narrador el actor Joan Borràs. 'Son tres de los muchos autores que me han influido y hemos escogido las obras en función de la plantilla instrumental disponible', dice.

'Cuando nací, hacía 13 años que Debussy había muerto y mi profesor, Cristòfol Taltabull, había asistido al estreno de La consagración de la primavera, de Stravinski, así que tengo testimonio directo del rechazo del público que sufrieron verdaderos genios que hoy se consideran clásicos del siglo XX', explica. 'Y no olvidemos que en Barcelona, hace 30 años, el público y buena parte de la crítica aún cargaban con virulencia contra la música de Bruckner, Mahler y Bartók'.

Con la misma contundencia con la que barrería del mapa muchas de sus obras, Benguerel, que es uno de los compositores españoles con mayor discografía propia, habla con orgullo de sus otras partituras. 'A partir del Llibre vermell y el Te Deum me gusta todo lo que he escrito, pero también hay música anterior, como el Concierto para violonchelo, de 1977, de la que me siento muy orgulloso'.

Con motivo del 70º aniversario de Benguerel, Idea Books ha publicado el libro Xavier Benguerel, obra y estilo, escrito por el compositor Jesús Rodríguez Picó.