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Reportaje:

Las firmas de automóviles apuestan por España

Las decisiones de Ford, Renault y probablemente Opel por fabricar nuevos modelos respaldan la industria española

Pocas fechas separan las denuncias del presidente de Seat, Bernd Pischetsrieder, sobre la pérdida de competitividad de la industria automovilística española con las decisiones tomadas por algunos competidores en sentido contrario. A las decisiones por parte de Ford de fabricar en sus instalaciones de Almussafes el nuevo modelo Fiesta, así como el primer coche de producción europea de su participada Mazda, se une la tomada también por Renault-Nissan para fabricar en Barcelona el modelo de furgón conocido como X-83, desarrollado en colaboración con General Motors. Este último estudia, por su parte, la conveniencia de fabricar en su planta de Figueruelas (Zaragoza) un nuevo modelo de monovolumen desarrollado para la plataforma del Corsa.

Figueruelas podría seguir el camino de Almussafes y la Zona Franca de Barcelona con nuevos modelos -
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Todo ello en un momento en el que parece iniciarse un cambio de ciclo a la baja con importantes descensos en algunos mercados europeos, principales destinos de la producción de las factorías españolas, y con un panorama laboral en efervescencia por la negociación de los convenios colectivos.

Por otro lado, la rentabilidad media de las plantas españolas, algunas de las cuales se encuentran entre las más competitivas dentro de sus respectivos grupos, no es muy alta: 2,6% en 1998 y 1,7% en 1999, en términos de los beneficios obtenidos respecto a la facturación. Para el 2000 se calcula una cifra semejante a la del año anterior, con algunos números rojos como en el caso de Ford y Opel, esta última por las repercusiones de la renovación del Corsa, con el que este año, sin embargo, esperan colocar de nuevo la producción de Figueruelas por encima de las 400.000 unidades, a pesar de haber anunciado un recorte de 30.000 automóviles respecto a la media de sus últimos años.

El presidente de Opel España, Juan José Sanz, se encuentra negociando en estos momentos las ayudas administrativas que podrían contribuir a inclinar la balanza por la planta de Zaragoza, en la que podrían realizarse importantes inversiones -70.000 millones de pesetas, según algunas fuentes- si resulta finalmente elegida para fabricar el Monocab.

Este respaldo oficial ha sido sin duda una de las bazas más significativas para la recuperación del Fiesta y la construcción del nuevo Mazda, con inversiones en torno a los 60.000 millones de pesetas, que se suman a los 37.000 millones para la producción de la nueva generación de motores Duratec de gasolina.

La factoría valenciana, que desde septiembre de 1996 fabrica en exclusiva el Ka junto al Focus, podrá incrementar su producción anual entre 150.000 y 200.000 unidades del nuevo Fiesta a partir del primer trimestre del próximo año, y unos 40.000 previstos también del Mazda sustituto del Demio.

Asimismo, para 2003 está prevista la sustitución del Mazda 323, que comparte plataforma con el Focus, por lo que Almussafes podría reforzarse de nuevo con la producción de este nuevo modelo, por el que tendrá que competir con las instalaciones de Ford en Colonia.

Para el consejero delegado de Mazda en España, Manuel de la Guardia, 'la producción del modelo clase B en España redundará de forma notable en el beneficio de la compañía. El coste variable por unidad se verá reducido en 150 euros (25.000 pesetas), así como la vulnerabilidad frente a las fluctuaciones de la moneda. La cifra concreta para Mazda Automóviles España no está determinada todavía, aunque si es cierto que nuestro coste es más elevado, puesto que teniendo en cuenta el coste por el impuesto de importación de no fabricación europea más el transporte, viene a ser una cantidad aproximada de 1.200 euros (200.000 pesetas). Esta decisión va a contribuir a aproximarnos a nuestro objetivo de obtener el 2% de participación en el mercado español, no sólo desde un punto de vista de reducción de costes, sino también de ampliar el conocimiento de Mazda en España. Los resultados de la compañía hasta ahora están siendo buenos; este año hemos registrado una evolución en enero y febrero del 46% y 145%, respectivamente; esperamos vender durante este ejercicio la cantidad de 6.000 unidades'.

En cuanto a los primeros efectos indirectos de la producción de Mazda en Valencia, uno de sus principales proveedores, el Banco Sumitomo, especializado en este sector, ha manifestado ya su interés por instalarse en el parque industrial junto a la planta de Ford.

Nuevas inversiones

Por su parte, el conseller de Industria de la Comunidad Valenciana, Fernando Castelló, señalaba también hace unos días que las nuevas inversiones en la planta de Almussafes supondrían un aumento de la facturación del 15% y del 12% en las exportaciones, además de las nuevas inversiones en el parque de proveedores, que podría aumentar su fuerza laboral en unos 1.000 nuevos empleos.

En cuanto a la factoría de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, tras una inversión de 41.600 millones de pesetas y las correspondientes negociaciones con la Generalitat, comenzará la producción a partir del próximo año de unas 64.000 unidades del modelo conocido por X-83, una joint venture entre Renault y General Motors de la que se beneficiará también Nissan, ya que se producirán tres modelos distintos: Vivaro, en el caso de Opel, y los sucesores del Renault Trafic y Nissan Vanette.

La firma japonesa completará así su producción de los modelos Almera Tino y Terrano II, y supondrá asimismo la creación de 1.000 puestos de trabajo nuevos en un momento oportuno, ya que se produce al terminar los contratos temporales de 900 trabajadores, que tendrán así una nueva oportunidad de incorporarse a la plantilla.

25 años de Fiesta

En abril de 1973 el entonces ministro de Industria, López de Letona, anunciaba por televisión la decisión de Ford de fabricar coches en España. A mediados de octubre de 1976, un mes antes de lo previsto, salía de la línea de producción de Almussafes en Valencia el primer Fiesta, un modelo que se convertiría en el estandarte de la multinacional norteamericana en Europa durante varios lustros. Durante los años 1978 a 1980 fue el coche más vendido en España, pero no volvió a ocupar esa posición hasta el cese de su producción el 2 de agosto de 1996, para dar paso al Ka después de haberse fabricado cuatro millones de unidades en las instalaciones de Valencia. Desde su creación se han vendido más de nueve millones en 50 países y a partir del próximo año vuelve a su antigua casa con aroma de azahar tras haberse sometido a los cánones estéticos de la New Edge Design, que lo han convertido en un híbrido intermedio del Focus y el Ka. Vuelve con un tercer turno bajo el brazo y una producción prevista de entre 150.000 y 200.000 unidades al año para respaldar unas instalaciones que ya tienen poco que ver con las 270 hectáreas que ocupaban los 636 huertos de naranjos adquiridos junto a la Albufera.

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