Retrasos en 400 vuelos por un incendio en Barajas y el paro aéreo en Francia

El resultado de tanto incidente en el aeropuerto madrileño fue un retraso, entre 30 y 60 minutos, en el 40% de las operaciones que se efectuaron en Barajas, según informaron las compañías aéreas. El aeropuerto afirmó, en cambio, que la puntualidad ATM (que sólo incluye demoras en el espacio aéreo y no las que se producen en las pistas) se situó en el 77%.

El aeropuerto madrileño realiza diariamente unas 1.000 operaciones. En los días sin grandes problemas, el 15% de estos movimientos sufren demoras superiores a los 15 minutos. Ayer, en cambio, el porcentaje ascendió al 40%, con un retraso medio de 45 minutos, según las líneas aéreas consultadas.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), organismo que gestiona los 42 aeropuertos públicos del país, explicó que se habían habilitado rutas alternativas para evitar el tránsito aéreo por el espacio francés, ya que éste sufría una huelga de contraladores que estaba ocasionando retrasos de vuelos en los aeropuertos españoles y europeos.

Esta huelga, que comenzó el pasado día 21 y que finalizará hoy, afecta a los servicios de tránsito aéreo franceses (controladores, información de vuelo y de alerta) y supone una reducción de la capacidad de gestión del tráfico de aeronaves en el espacio francés en un 60%.

Por ello, AENA anunció ayer una serie de medidas para paliar en lo posible el conflicto laboral. El director de la Región Centro de Navegación Aérea, Agustín Arribas, admitió que algunos vuelos con Francia acumularon en la jornada de ayer más de dos horas de retraso. Además, añadió, a esta circunstancia se unían las malas condiciones meteorológicas que sufrieron los aeródromos del Reino Unido y el aeropuerto portugés de Oporto.

El responsable de la Región Centro insistió en que, gracias a las medidas impuestas por Navegación Aérea, no se habían registrado grandes retrasos en los aeropuertos españoles. Sin embargo, desde las compañías aéreas se admitió que los retrasos durante la jornada de ayer oscilaban en buena parte de los vuelos entre los treinta minutos y la hora, cuando lo habitual es que se sitúen en los 15 minutos.

Posición estratégica

Pero AENA recordó que Francia ocupa una posición estratégica en los flujos de tráfico entre el norte y sur de Europa, así como en los movimientos aéreos entre el noroeste y sureste del continente, 'por lo que la huelga afecta a todo el tráfico europeo'.

En cuanto a las rutas modificadas, la empresa pública que gestiona los aeropuertos españoles informó de que se había potenciado la que va desde Santiago de Compostela, a través de Begas (Reino Unido) y Lasno (Irlanda), hasta la zona de Cork-Londres. Esta ruta sirve para absorber el tráfico generado entre España, Reino Unido, Irlanda y noroeste de Europa.

Los tráficos hacia el sur de Europa (Italia y Grecia, fundamentalmente, así como algunos aeropuertos meridionales alemanes) se dirigieron a través de un pasillo aéreo que atraviesa las Baleares, Cerdeña, Túnez y Argelia.

AENA reconoce que estos desvíos del tráfico pueden 'llegar a congestionar las rutas alternativas, lo que no permitirá la misma fluidez que un día normal'. Estos corredores aéreos de emergencia tienen una capacidad máxima de 30 vuelos a la hora (15 de ida y 15 de vuelta), a pesar de que la demanda para atravesarlos puede ser en algunas horas mucho mayor. El tiempo que los aviones deben esperar para obtener el permiso de cruzarlos provoca las demoras.

Pero, además de esta incidencia, a las 10.22 de ayer se registró un fallo en el sistema de refrigeración de la torre de control de Barajas. Un cortocircuito en este sistema se extendió pronto a un plafón del sistema de iluminación de la torre. El humo obligó a actuar a los bomberos del aeropuerto y a desalojar las instalaciones, como contempla el manual de contingencias de Barajas. Fuentes aeroportuarias fijaron el número de personas que tuvieron que abandonar la torre en unas cuarenta, de las que seis eran controladores.

Control visual

AENA puso entonces en funcionamiento la vieja torre de control de Barajas para paliar la nueva contingencia. Esta torre no funcionaba habitualmente desde finales de 1998, cuando se inauguró la tercera pista del aeropuerto. Dejó de utilizarse porque se alza muy distante de esta pista y los controladores no tienen 'contacto visual directo' con los aviones a causa de la distancia.

A las 10.56, 34 minutos después del inicio del incendio, y cuando éste ya fue sofocado, la nueva torre volvió a operar con normalidad, pero la capacidad del aeropuerto tuvo que reducirse durante ese tiempo a 50 movimientos, cuando lo habitual es superar los 75.

El director del aeropuerto de Barajas, Ángel Gallego, aseguró que el cortocircuito registrado en el sistema de refrigeración de la torre de control fue un incidente 'sin importancia', solucionado en media hora y que 'apenas afectó a los vuelos durante ese periodo de tiempo'.

Gallego reconoció, no obstante, que 'hubo algún momento de espera de algunos aviones' para aterrizar o despegar y sólo dos aeronaves, una procedente de Bilbao y otra de Asturias, tuvieron que regresar a sus aeropuertos de origen. Admitió también que la capacidad del aeropuerto se redujo a 25 salidas y 25 llegadas a la hora, cuando el número habitual de movimientos es de 37 aterrizajes y 37 despegues.

El máximo responsable de Barajas precisó que a las 10.56 finalizó el plan de contingencia y que se volvió a operar desde esta torre de control. Gallego mostró su satisfacción por el buen funcionamiento de los sistemas de emergencia y evacuación e indicó que el servicio de extinción de incendios 'tardó tres minutos en llegar al fuego'.