Un foro por Alicante

Se ha constituido, en Alicante, un foro en defensa de la ciudad al que no parece aguardarle un porvenir muy brillante. Para que estos señores tuvieran éxito con sus proposiciones, sería necesario que los ciudadanos les tuvieran alguna confianza. Pero a los ciudadanos, por lo que uno lee y observa, este Foro por Alicante no les merece ninguna credibilidad. Es cierto que estos señores trabajan infatigablemente: publican artículos en la prensa donde denuncian la situación de la ciudad, insertan anuncios recabando apoyos, organizan manifestaciones, se afanan por recoger firmas pero, llegado el momento de la verdad, toda esta actividad tan prolija y desarrollada con tanto empeño se desvanece y el Foro no logra interesar a los alicantinos en sus reivindicaciones.

Y no es que las pretensiones de los miembros de este Foro resulten disparatadas, ni mucho menos. A fin de cuentas, sus denuncias son las mismas que desde hace tiempo recogen los diarios y sobre las que se han publicado decenas de artículos en la prensa. Todas ellas pueden resumirse en la situación de desgobierno que vive la ciudad y en el afán de Díaz Alperi por construir un edificio en el Benacantil. A ello, añádanle ustedes las frecuentes ingerencias del Gobierno valenciano en los asuntos de la ciudad, ya sea prohibiendo a la Universidad de Alicante la construcción de un parque científico o provocando la dimisión del director general de la CAM, para tener un resumen más o menos acabado de las preocupaciones de este Foro. Yo me atrevería a afirmar que entre las inquietudes expresadas por los componentes de este Foro y las que, en estos momentos, siente un buen número de alicantinos apenas existen diferencias. A fin de cuentas, cualquier ciudadano con sensibilidad es capaz de advertir, con solo salir de su casa y caminar un centenar de metros, el estado en que se encuentra su ciudad.

Pues, bien ¿cómo es posible que el Foro por Alicante, reivindicando estas mismas cuestiones, tenga tan escaso atractivo para los alicantinos? Ya he dicho, líneas arriba, que se trata de una cuestión de credibilidad. Al Foro, a las personas que constituyen este Foro, les falta credibilidad. Es evidente que no tienen la confianza de los ciudadanos, y me parece difícil que vayan a obtenerla alguna vez. Porque, ¿cómo podríamos confiar en unas personas que cuando gobernaban, años atrás, actuaron del mismo modo que ahora critican? ¿Cómo no ver en sus reivindicaciones de ahora el oportunismo de la política? No es posible que los promotores del Foro hayan olvidado los motivos que provocaron la dimisión al primer rector de la Universidad de Alicante, o que no recuerden aquella inacabable historia del palacio de congresos que, año tras año, se construía en Campoamor, un suceso tan dilatado como la misma Ciudad de la Luz y tan desternillante como ella. Escuchar, estos días, a algún participante del Foro reclamar una extensión de la Filmoteca Valenciana para la ciudad, nos recuerda el desprecio con que Muñoz Suay trató durante años a Alicante y el sumiso silencio que entonces mantenían nuestros políticos, esos mismos políticos que hoy forman el Foro. ¿Deberemos continuar enumerando más razones por las que su trabajo despierta tan escasa atención en la ciudad...?