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Reportaje:

De la Vespino al autódromo

Telepizza patrocina la aventura como piloto automovilístico de fórmula Nissan de uno de sus repartidores

Carlos Arribas

Rafael Sarandeses, un estudiante de cuarto de Empresariales y Derecho en el ICADE de Madrid, quería conocer la economía real y se buscó para hacer prácticas un trabajo en Telepizza. Pero en Telepizza, Telepizza. No en las oficinas o zonas de moqueta, sino en una Vespino roja con enorme caja y pizzas calientes y recién hechas, de acá para allá, por medio Madrid. 'Y gracias a Dios que entré aquí', dice Sarandeses, madrileño de 22 años, con la alegría propia de aquel a quien acaba de tocarle la lotería.

Y no es para menos: esa elección, motivada por puro interés académico y profesional, y por la flexibilidad de horarios que ofrecía, se ha convertido en decisiva para que uno de los grandes sueños de Sarandeses pueda hacerse realidad. Y no es precisamente el de dedicarse toda su vida a amasar la masa. Porque Sarandeses (apellido de origen holandés, procedente de un Van der Eses que llegó a la corte de Carlos V, en 1516, desde Gante), antes que estudiante o futuro empresario o ejecutivo, es, más que nada, piloto automovilístico.

Y la lotería le tocó en Telepizza, porque el martes pasado se presentó nada menos que Pedro Ballvé en el establecimiento en el que Sarandeses trabaja como auxiliar de tienda. (Pedro Ballvé es el dueño de la cadena de pizzerías). Y cuando Rafa apareció por el local a las ocho de la tarde, como todos los días que trabaja (de lunes a jueves), se encontró de bruces no sólo con Ballvé, al que no conocía personalmente, sino también con radios, periodistas, fotógrafos y su apoderado, Adrián Campos. Todos con cara de alegría. Y aún no había podido Rafa cerrar la boca, que se le había quedado abierta por la sorpresa, cuando Ballvé, el gran hombre en persona, le dijo: 'De acuerdo, chaval, patrocinaremos tu aventura automovilista'. Flas, flas, flas. Y Adrián Campos, el mismo agente que lleva a Fernando Alonso, el crack español de la fórmula 1, se adelanta y saca de una bolsa un flamante mono de piloto con la etiqueta de Telepizza.

'Y este patrocinio no es cualquier cosa, son 40-50 millones de pesetas', cuenta Sarandeses, que sabe perfectamente manejarse y vender sus argumentos. 'Que quede bien claro que yo no entré en Telepizza buscando cómo alcanzar un patrocinio, pero en cuanto estuve aquí, y conté con el apoyo de Mila y de todos los demás compañeros de trabajo, se me ocurrió que el patrocinio podría entrar en los planes de marketing directo de la empresa. Y así se lo propuse a Gustavo Durán, el director general'.

Y Durán se lo contó a Ballvé. 'Sarandeses, tras mostrarse como un buen repartidor del centro de Machu Pichu [cercano al parque del Conde de Orgaz, zona de lujo de Madrid, donde también vive el piloto], informó a sus jefes directos en Navidad de que su verdadera afición era la de ser piloto de carreras y de que Adrián Campos le había ofrecido llevar un coche', cuenta Ballvé. 'También dijo que era un peligro repartir en moto y que prefería trabajar en la tienda. Entonces, el supervisor, Luis Pombo, le pone de pizzero', añade el presidente de Telepizza. Para Ballvé y Durán, Sarandeses es todo un ejemplo. 'Es un mensaje para todos los repartidores de que se pueden cumplir los sueños'. 'Queremos que todos los repartidores se fijen en él', dicen. Telepizza tiene en la actualidad casi 10.000 repartidores en toda España.

Sarandeses, de la generación de oro del automovilismo español, la de Alonso y Antonio García, correrá a partir de abril en fórmula Nissan, un escalón más cerca de su sueño de fórmula 1. 'Hay que ponerse metas alcanzables todos los años', dice el piloto. 'Este patrocinio me da la oportunidad; ahora me toca a mí poner el talento'. Después, si todo va bien, llegará la fórmula 3.000, y después, la 1.

Antes fue una infancia pasada entre gasolinas y olor de tubo de escape. Un padre, una familia, unos amigos como Carlos Sainz, toda una vida que sólo vive en el automovilismo. 'Con decir que aprendí a andar en bicicleta en el circuito del Jarama...'.

Su padre, también Rafael, fue un par de veces campeón de España de turismos y ahora es broker bursátil. Y Rafa, que empezó a los 13 años en el kart, ya ha sido campeón de fórmula Toyota y Supertoyota.

El 1 de abril, en Valencia, Sarandeses debutará. Ese día, si todo va bien, y no tiene por qué no ser así, terminará por la noche celebrándolo. Y hasta su novia, Alessandra, una italiana de Como, estará contenta. 'Es que ahora se queja de que apenas tenemos tiempo para estar juntos. Ya sabe, entre los estudios, el pilotaje, el gimnasio y Telepizza'.

Rafael Sarandeses, ante la tienda en la que trabaja.
Rafael Sarandeses, ante la tienda en la que trabaja.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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