El servicio postal británico planea despedir a cerca de 5.000 empleados

El esfuerzo del servicio postal británico, el Post Office, para mejorar su eficiencia y restablecer sus cuentas amenaza con dejar a la calle a 5.000 de sus empleados, según reconoció ayer un portavoz de la compañía, que se marca como objetivo ahorrar 50 millones de libras esterlinas (unos 13.250 millones de pesetas) para compensar las pérdidas del año pasado, que alcanzaron los 264 millones de libras (cerca de 70.000 millones de pesetas).

Pero el número concreto de trabajadores que saldrán de la compañía todavía no se ha determinado, según el portavoz, que añadió que la cifra de 5.000 era una mera estimación. El correo británico emplea a 200.000 trabajadores en la actualidad. Lo que sí apuntó como cierto es que habrá reducción de plantilla. Los responsables de la empresa confían, sin embargo, en crear otros tantos empleos gracias a sus planes de expansión, que alcanzarán su cima cuando el mercado postal se abra a la competencia en el Reino Unido.

Las intenciones de la empresa pillaron por sorpresa a los sindicatos, que se enteraron a través del Financial Times. No es ésta la única barrera a la que tendrá que hacer frente el Post Office, que ya ha recibido críticas de una asociación de consumidores por entregar la correspondencia tarde o nunca, subir los precios y cerrar sucursales.