'El PNV lleva mucho tiempo dándose prórrogas'

El ex consejero de Cultura del Gobierno vasco y parlamentario del PNV en la Cámara vasca, Joseba Arregi, confirmó ayer que abandona el primer plano de la política para dedicarse a la actividad académica. Arregi pensaba seguir hasta el final de esta legislatura, que tenía que haber durado hasta 2003, pero el adelanto electoral le obligaba a comprometerse hasta 2005 y condicionó su ingreso en las listas electorales a poder abandonar el grupo a mitad de la próxima legislatura. Un requisito que el PNV no ha aceptado, entre otras razones porque la confección de las listas, con la inclusión de miembros de EA, hace más complicadas las previsiones de ese tipo.

Arregi, que sigue como militante del PNV, ha discrepado públicamente con la línea oficial de su partido, personificada en su presidente, Xabier Arzalluz, y portavoz, Joseba Egibar. La apuesta por el soberanismo y la territorialidad hecha a partir del Pacto de Lizarra ha sido cuestionadas por el autor del ensayo La nación vaca posible y uno de los responsables de la instalación delMuseo Guggenheim en Bilbao. Su salida de la escena política coincide con la disolución del Parlamento y con un atentado de ETA. Defensor de los gobiernos mixtos nacionalistas-no nacionalistas, cree que el PNV tiene que apostar por las instituciones autonómicas y definir con claridad la nación que quiere construir desde la pluralidad de la sociedad vasca, sin exclusiones. 'Las instituciones no pueden estar en duda permanentemente', sostiene. Apuesta además porque los partidos le digan unidos a ETA que 'esto se ha acabado'.

Pregunta. Un nuevo asesinato el día en que Ibarretxe disuelve la Cámara. Con este comienzo, ¿qué perspectivas va a la campaña y a la propia política vasca?

Respuesta. La política vasca tiene las mismas malas perspectivas antes que después del atentado. Las perspectivas no van a cambiar nada por la brutalidad de la acción de ETA de hoy [por ayer]. ETA quiere condicionar la vida de todos los vascos, quiere condicionar los pasos que dan los partidos y también la agenda de todos. Y sin meternos en interpretaciones, que además les ayudan, ETA está consiguiendo que la sociedad tenga cada día problemas más graves de cohesión interna, de división y fraccionamiento, con pérdida de transparencia en la relación entre los ciudadanos. Se está perdiendo todo eso, se está instalando la tensión en la sociedad y eso genera comportamientos enmascarados, donde el miedo condiciona muchos de esos comportamientos, no sólo entre políticos sino también en la vida diaria.

P. ¿Qué responsabilidad cree que tienen los partidos en esta situación?. ¿Cómo deberían responder a ETA?

R. Los partidos sólo pueden responder con una posición muy clara y unánime. Hay que decirle a ETA que esto se ha acabado, y que todos, reitero todos, nos comprometemos con las instituciones que tenemos y con la sociedad que tenemos.

P. ¿Quiere decir que la mejor fórmula tras el 13-M sería un Gobierno de concentración?

R. No lo sé. No me gustan mucho ese tipo de gobiernos, pero sí debiera de haber una situación en la que todos los partidos, sin fisuras, sin discrepancias de ningún tipo, le dijeran a ETA que esto se ha acabado, que la sociedad no va a ceder a nada. Tenemos que reconstituirnos, y para ello necesitamos una postura unánime contra ETA. Y también para eso necesitamos que los instrumentos de los que se ha dotado la sociedad, nuestras instituciones, no estén en permanente duda. Hay que tener muy en cuenta que si no se reafirma esa apuesta, esto se nos va a escapar de las manos.

P. ¿Cree que esa unidad y ese rearme institucional es posible si, por su parte, el PNV no da marcha atrás en su estrategia hacia el soberanismo?

R. La verdad es que no se ven posibilidades de unidad, por lo menos hoy. No parece que después de las elecciones sea eso lo que vayamos a tener. Aunque también tengo la sensación de que nadie sabe lo que vamos a tener el 14 de mayo. Lo que sí veo es que estamos indecisos, y en esa situación de indecisión e indefinición ETA sabe perfectamente lo que tiene que hacer. Es eso precisamente lo que tenemos que evitar con la unidad. Hay que tener las cosas más claras que nunca en contra de ETA.

P. ¿Cree que en el PNV hay un problema de personalismos más que de convicciones?

R. No lo sé. No es una cuestión en la que me interese entrar, porque al final es difícil separar una cosa de la otra. Lo primero que tiene que hacerse el PNV es una pregunta: cómo se construye la nación en una situación de pluralidad como ésta. Y una vez respondida esa pregunta, luego puede cuestionarse cómo avanzamos en la paz. Pero si primero hacemos esto último nos vamos a encontrar con problemas, como ya tenemos. Y el PNV lleva mucho tiempo dándose prórrogas y retrasando esta cuestión.

[El dirigente del PNV Emilio Guevara expresó ayer su tristeza por el hecho de que Arregi haya dejado la política. Guevara, también crítico con la dirección del PNV, dijo que le preocupa si esto significa que el cambio de 'rumbo' que considera necesario en el nacionalismo vasco no se va a producir, informa Europa Press].