José María Arrate dejará la presidencia del Athletic en junio
El máximo dirigente del club bilbaíno renuncia a la reelección por motivos personales
Arrate adelantó las últimas elecciones en vísperas del centenario del club, celebrado en 1998. Nadie se presentó entonces para concurir con un presidente cuya solvencia y prestigio parecía unánime. Ayer, él mismo anunció su renuncia al cargo que ocupa desde la temporada 1994/1995, alegando principalmente motivos 'personales'.
El argumento empleado por el presidente rojiblanco para dejar la presidencia del club tiene que ver, según sus palabras, con 'un compromiso de lealtad'. Arrate entiende que el desarrollo correcto de las funciones que desempeña desde hace siete temporadas exige 'una dedicación plena' que en la actualidad no se siente capaz de garantizar. Su decisión es 'personal, muy meditada y no se ha producido en los últimos días', aseguró ayer en Ibaigane, sede oficial del Athletic. Arrate, que antes de acceder a la presidencia del club vasco figuró durante ocho años como directivo del club, también negó cualquier tipo de presión - ni 'laboral ni de salud ni familiar ni políticas'- para tomar una decisión que ha causado auténtica perplejidad en el entorno futbolístico bilbaíno.
Arrate observó que, de haberse presentado a las elecciones que se celebrarán el próximo mes de junio, 'hubiera tenido muchas posibilidades de salir reelegido, incluso con la oposición de candidatos fuertes' cuyo nombre se desconoce en estos momentos, aunque es previsible que salten pronto y que sean numerosos. El actual presidente del Athletic protagonizó un golpe de efecto en el verano de 1995, pocos meses después de acceder al cargo. Entonces, fichó por 550 millones de pesetas a Joseba Etxeberria, jugador de la Real Sociedad de 17 años. Su gestión vivió una seria crisis durante la campaña 1995/96, cuando al frente de Stepanovic, el equipo salvó la categoría en la última jornada del campeonato al imponerse (3-1) al Rayo Vallecano. Arrate, el presidente que dirigió los actos del centenario en 1998, el mismo año que el Athletic alcanzó la Liga de Campeones, se marcha sin poder exhibir ningún nuevo título que añadir a la Copa del Rey de 1984.
Por su parte, el entrenador del Athletic, Txetxu Rojo, solicitó ayer que el proceso electoral no influya en la marcha deportiva del equipo. El técnico pidió 'que se hagan las cosas como son, y que el equipo quede al margen de esas cosas. Eso sería lo perfecto. Eso es lo que llamo yo no perjudicar al equipo. Clarísimo', apuntó en relación a unas elecciones sobre las que no quiso apenas hablar. Rojo si reconoció, no obstante, que sería 'raro' que los candidatos no dijesen cosas que afectasen al equipo y que, a pesar de que el proceso electoral es 'una cosa paralela' a la marcha deportiva, si 'puede influir' en ella.
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