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Columna
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Tranvías

'¡Vámonos, que nos vamos!', gritaba el cobrador antes de que el tranvía se pusiera en marcha. No he vuelto a oír este grito en ningún otro medio de transporte. Ahora, don Diego Gutiérrez Gómez publica un libro sobre la historia de los tranvías de Madrid. Une a su condición de médico y escritor otro título: el de ser hijo de un tranviario, don Santiago Gutiérrez, que fue jefe de la Estación de Tranvías de la Bombilla hasta su muerte en 1930.

Su relato evoca las diligencias de trayecto fijo en tiempos de Isabel II y la creación, en 1856, de la Compañía de Ómnibus, que duró poco por el alto precio del billete, nada menos que 75 céntimos. Hubo también un tren-tranvía a vapor, La Maquinilla. Luego, técnicos ingleses y franceses introdujeron el carril plano y con él los tranvías de mulas. Compañías extranjeras iniciaron el tendido de las vías y luego se crearon sociedades españolas. Ligados a la historia del tranvía hay nombres ilustres, como los del pionero Daniel O'Ryan Acuña o el del arquitecto de la Ciudad Lineal, don Arturo Soria.

El tranvía, con coches comprados en Francia, empezó a circular en 1871. Don Salustiano Olázaga, presidente del Congreso y académico, advirtió durante el banquete inaugural, celebrado en L'Hardy, que había que decir 'la tranvía' y no 'el tranvía', porque la vía es palabra de género femenino. No le hicieron caso.

'Suena un latigazo y se pone en marcha', escribió el pintor escritor Gutiérrez Solana al hablar del tranvía de mulas que se vio por las calles de Madrid hasta 1898. El Año del Desastre no fue tan desastroso para la circulación urbana. Se introdujeron los tranvías eléctricos que no dejaron de despertar la oposición de los nostálgicos de la tracción animal.

La gente de Madrid bautizó a los tranvías por su color: 'He venido en el Canario' o 'Me voy a tomar el Cangrejo'. Los hubo también grises y azules. El último tranvía de Madrid, uno de la línea 70, fue encerrado en las cocheras de Fuencarral el 1 de junio de 1972. Cien años de tranvías que serán para muchos una historia sentimental.

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