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El Gobierno de Ecuador aboga por el diálogo para mantener el acuerdo con los indígenas

Cinco semanas después de la suscripción del acuerdo que puso fin al levantamiento indígena, el diálogo oficial entre el Gobierno ecuatoriano y los dirigentes de este grupo étnico avanza con buenas perspectivas. En medio de un ambiente cordial y abierto, ambos sectores aseguran que de este encuentro surgirán resultados positivos para el futuro del país.

Las conversaciones se iniciaron formalmente con un discurso del presidente Gustavo Noboa, en el que precisó el alcance del diálogo. Afirmó que estas conversaciones "involucran a todo el país, porque es para combatir la pobreza, buscar soluciones a problemas históricos y estructurales, luchar contra la marginalidad y recuperar la esperanza".

El mandatario citó como ejemplo dicho encuentro para demostrar que se puede llegar a consensos sin pasar por soluciones extremas. "Basta a la violencia como forma de resolución de conflictos. El diálogo debe ser el camino para profundizar la democracia", afirmó. Y aseguró que las mesas de negociaciones se instalarán en el marco de la paz, la confianza y el respeto mutuo de las partes, a fin de lograr los consensos.

Apoyo contra la corrupción

Por su parte, Antonio Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), en un discurso improvisado e informal, rechazó los comentarios de que los levantamientos son periódicos y sólo se efectúan para derrocar mandatarios. "Eso no es así. Tenga la seguridad, señor presidente, de que usted acabará su período", puntualizó el dirigente, rompiendo el hielo inicial de la instauración del diálogo, y aclaró que los indígenas no buscan tumbar más Gobiernos. Vargas ofreció su respaldo para luchar contra la corrupción y solicitó al Ejecutivo proteger a los indígenas afectados por las consecuencias del Plan Colombia.

Los dirigentes indígenas solicitaron al Gobierno agilidad en las conversaciones y que éstas se concreten en un plazo no mayor de tres o cuatro meses y que culminen con la expedición de acuerdos ministeriales y decretos ejecutivos. Pero las mesas de diálogo se instalarán la próxima semana, ya que ayer se celebró la tercera reunión de la Comisión Técnica del Gobierno y del Movimiento Indígena que prepara la metodología y la agenda que se seguirá en este proceso.

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El inicio de este encuentro marca el acercamiento oficial de los dos agentes extremos en este conflicto. Esto supone un respiro para el Ejecutivo peruano y para el país. El levantamiento indígena que tuvo lugar el 21 de enero del año pasado, recogiendo un clamor nacional y con auspicio de elementos militares, logró derrocar al presidente Jamil Mahuad. Este conflicto tenía ya sus raíces cuando se le destituyó al presidente Abdalá Bucaram, en febrero de 1997, por resolución del Congreso. De ahí a que se tema que el problema con los indígenas provoque una frecuente inestabilidad política en la República.

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