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Un líder en las grandes citas

Rivaldo monopoliza los goles del Barça en Milán, Leeds, Madrid y Vigo

Àngels Piñol

Y, como casi siempre, como sucedió en Milán, Leeds o Madrid, Rivaldo se alzó como un gigante y cubrió las gradas de un espeso e impotente manto de silencio. No es algo nuevo: ya pasó con sus tres goles en San Siro (3-3), con su gol en Elland Road (1-1) o con los dos que marcó en el Bernabéu por no citar al anulado (2-2). El Barça jugó un partido desastroso en Balaídos, y nunca agradecerá lo suficiente la aportación de Rivaldo, un futbolista que a cada jornada parece surgido de otro planeta. Anoche, donde puso el ojo puso el balón: remató dos veces a puerta -el único capital azulgrana en todo el partido- y en las dos encontró la red. Rivaldo controló primero un balón de Overmars y lo clavó en la escuadra. Y, al filo del descanso, cuando el Barça volvía a estar con el agua al cuello, transformó un libre directo desde 25 metros. Balaídos enmudeció: no le bastó tener acorralado, asediado al Barça. Imposible luchar contra un futbolista de otra dimensión.

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El Barça se cuelga de Rivaldo

Quizá mejor no pensarlo. Quizá es mejor no imaginar que sería del Barça sin Rivaldo, que, en marzo, cuando queda por disputar el último tramo de temporada, ya ha igualado su mejor registro como azulgrana: el brasileño suma 29 goles, los mismos que marcó en el segundo año de Van Gaal y que le sirvieron para ganar el Balón de Oro. El Barça sobrevivió en la UEFA, la segunda división europea, gracias a Rivaldo, el futbolista que la directiva medita traspasar al Milan en junio y fichar a otro delantero por no poder mantener los 1.100 millones de ficha que percibe por temporada. Pero, entretanto, sus goles mantenendrán un discurso institucional que cada vez suena más hueco: que el Barça es aún el único equipo que puede conquistar las tres competiciones en liza. Han ganado, hasta las semifinales, un mes más de tiempo.

"Si el Barça no gana la Copa de la UEFA será un fracaso", dijo Rivaldo en noviembre tras la eliminación en la Liga de Campeones. "Sí, si no logramos este título, será un fracaso", reiteró el brasileño el miércoles ante el enfado de Serra Ferrer. Tras el partido, el técnico se plegó a la evidencia: "Es una pena que Rivaldo no pudiera jugar la ida [estaba con Brasil]. Es un crack que marca las diferencias"

"¡Qué dos golazos! Es el único que puede hacerlo. Rivaldo ha demostrado porque es el jugador más importante del mundo. El futbolista de la Liga ¿Cómo hubiera acabado este partido si Rivaldo hubiera vestido nuestra camiseta?", se preguntó Víctor Fernández, el técnico del Celta, resumiendo el partido a una única ecuacion. Rivaldo sostuvo al Barça y pidió el cambio, a once minutos del final, por un golpe en el muslo derecho, tiempo para ver cómo sufría su equipo, mientras el brasileño se remetía a la estadística: 25 goles en competición europea (sobre 34 partidos), los mismos que Rexach y dos menos que el pichichi Evaristo (27). Rivaldo va camino de otra distinción pese a que en el Camp Nou no se le perdona ni una y se le pita cada dos por tres.

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