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Unió y Convergéncia negocian celebrar un congreso constituyente para federarse

Los dos partidos cerrarán la próxima semana un preacuerdo sobre el nuevo marco de relaciones

Las negociaciones para refundar la coalición se iniciaron a finales del mes de enero, cuando los democristianos dieron por finiquitado el acuerdo vigente desde 1978 [el Document d'Entesa Permanent] después que Jordi Pujol decidiera nombrar unilateralmente a Artur Mas como conseller en cap del Gobierno catalán, lo que, según Unió, desequilibraba el reparto de poderes en el Ejecutivo y en la coalición nacionalista. Fue la ejecutiva de UDC la que marcó un plazo de dos meses para cerrar las negociaciones, periodo que finaliza el próximo día 24, cuando los democristianos celebrarán un consejo nacional [máximo órgano de decisión entre congresos] para aprobar el preacuerdo.

Fuentes de ambos partidos señalaron que, tras un primero periodo negociador marcado por la tensión, ahora las conversaciones, que dirigen el secretario general de CDC, Lluís Corominas, y Núria de Gispert, presidenta de UDC, continúan a buen ritmo y se espera alcanzar un primer borrador de pacto la próxima semana.

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El diálogo se encalló por la pretensión de Convergència de establecer una fórmula de carácter 'irreversible' cercana a la fusión por la cual ninguna de las dos formaciones podría separarse. Los democristianos rechazaron, por ejemplo, la pretensión de sus socios de unificar en un futuro las militancias de los dos partidos.La fórmula que están ultimando UDC y CDC es la creación de una federación de partidos con órganos de dirección paritarios, un pacto que se formalizaría con la celebración de un congreso constituyente con militantes de ambas formaciones políticas.

Para los democristianos un congreso de este tipo sería la consecuencia lógica del pacto y evidenciaría que todos están 'dispuestos a cumplir hasta el más mínimo punto, lo que no ha sucedido con ninguno de los acuerdos de coalición establecidos hasta ahora'. En cambio, para los convergentes un congreso supondría no sólo ofrecer una imagen de continuidad de la coalición ante la opinión pública, sino un compromiso de futuro por parte de ambas direcciones.

La meta parece clara, pero existen ciertas discrepancias de fondo. Unió considera que la fórmula jurídica de la federación debe garantizar que todas las decisiones se tomen conjuntamente en órganos de dirección paritarios, incluso la designación de los futuros cabeza de lista de las elecciones. Pero sobre todo que exista una cláusula que asegure el cumplimiento estricto del pacto, algo que no ha sucedido con el documento de 1978 y los correspondientes a las elecciones municipales. No obstante, fuentes de la negociación explicaron ayer que por el momento 'no se han abordado aspectos concretos, sino que tan sólo se han buscado puntos en común'.

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La dirección democristiana es la más interesada en lograr un preacuerdo antes de la próxima semana. El lunes celebra una reunión del comité de gobierno [ejecutiva] en la que, en principio, Núria de Gispert debería dar cuenta del estado de las negociaciones, antes del consejo nacional del sábado 24. Los dirigentes de Unió son conscientes de que no pueden presentarse ante los cuadros de su partido con las manos vacías, por lo que este fin de semana acelerarán las negociaciones con sus socios.

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