El Rayo cree en la proeza

"Cosas más raras se han visto". Con esta incontestable premisa encara el Rayo lo que se antoja misión imposible, esto es remontar el 3-0 con el que el Alavés llega a Vallecas, donde hoy se enfrentan madrileños y vitorianos en un choque exageradamente desigual, al menos a priori, tras la sentencia dictada por el choque de ida, cuyo resultado eleva a la categoría de machada la posibilidad de que el rayo le dé la vuelta a la eliminatoria. Los protagonistas, los de uno y otro equipo, al menos de puertas para fuera, se muestran cautos, y aseguran que nada está decidido. Aunque no lo parezca.

Agarrados a aquello de que "en el fútbol todo es posible", Juande Ramos y los suyos hacen profesión de fe. Recuerdan, por ejemplo, que el Girondins se fue de Vallecas con cuatro goles en el saco, una verdad irrebatible. Como irrebatible es que de repetirse el 4-1 con el que acabó aquel choque el Rayo quedaría eliminado. Puestos a optimizar, recuerdan también que, hace pocos días, el Deportivo le remontó un 0-3 al PSG en 35 minutos "y nosotros tenemos 90 por delante", dicen no sin pasión.

Sin embargo, amén del resultado de la ida, todo favorece al Alavés, que sólo ha encajado esta temporada cuatro goles en un partido -en Mallorca y sólo perdió 4-3- y que en Europa cuenta por victorias todas y cada una de las visitas que ha hecho, por mucho pedigrí que tuviera el rival de marras.

Al choque le rodean, además, algunos detalles turbios, tras la polémica generada en el reciente partido de Liga. El Alavés variará su rostro, por culpa de las sanciones de Tellez y Geli, mientras Juande Ramos pondrá en liza a todo aquel que huela a delantero.

Balaídos decidirá

Balaídos aguarda esta noche un partido al límite donde el Celta y el Barça (2-1 en la ida) se juegan, con distinto sino, el billete para acceder a las semifinales de la Copa de la UEFA (21.00, Vía Digital). El equipo de Víctor Fernández busca alcanzar el mayor éxito europeo de su historia -nunca ha pasado de cuartos- y el Barça, descolgado de la Liga, procurará no mirar al precipicio y ahuyentar la crisis. 'Es el partido más trascendente del año', avisó Kluivert, consciente de que al Barcelona le quedan la UEFA y la Copa para salvar la temporada.

El Barça tiene a su favor la baza de que siempre ha salido airoso de los partidos límites jugados fuera del Camp Nou (Brujas, Milan, Leeds, Madrid) y que difícilmente se queda sin marcar un gol. Pero algo le falla: se ha quedado sin centrales (Abelardo estará seis meses de baja tras ser operado) y la defensa (Gabri está sancionado) será otra vez una línea improvisada.

El Celta, que se sintió maltratado en la ida por haber perdonado el árbitro la expulsión de Cocu, confía en aprovechar las grietas en la zaga azulgrana para noquear a Reina, que no se ha movido del equipo desde que debutó precisamente en Balaídos en la Liga (del 0-3 se pasó al 3-3) tras la lesión de Dutruel. Víctor Fernández tiene la excusa perfecta: cubrirá la baja del ofensivo Vagner, expulsado en la ida, y dará entrada a Jayo para vigilar a Rivaldo.

Distinta será la historia en Vallecas, donde se enfrentan Rayo y Alavés (21.00, Vía Digital) en un choque a priori desigual. El 3-0 con el que solventó el cuadro vitoriano la ida eleva a la categoría de machada la posibilidad de que el Rayo le dé la vuelta a la eliminatoria. Los protagonistas de uno y otro lado, al menos de puertas para afuera, se muestran cautos, y aseguran que nada está decidido. Aunque lo parezca.

Agarrados a aquello de que 'en el fútbol todo es posible', Juande Ramos y los suyos hascen profesión de fe. Recuerdan, por ejemplo, que el Girondins se fue de Vallecas con cuatro goles en el saco, una verdad irrebatible. Sin embargo, en caso de repetirse el resultado de aquel partido (4-1), el Rayo pondría fin a su histórica participación europea.

Amén del resultado de la ida, todos los antecedentes favorecen al Alavés, que sólo ha encajado esta temporada cuatro goles en Mallorca (4-3) y que en Europa se mantiene invicto fuera de casa. La polémica del reciente partido de Liga estará presente. El Alavés no variará su sietema, mientras el Rayo pondrá en liza a todo aquel que huela a delantero.