Dos tránsfugas acaban con 22 años de alcaldía socialista en Mislata

Dos tránsfugas del PSPV acabaron ayer con el alcalde socialista de Mislata, José Morales, que ocupaba el cargo en coalición con Esquerra Unida desde las primeras elecciones democráticas de 1979. El Partido Popular sacó ayer adelante una moción de censura, con el apoyo de sus nueve ediles más las dos tránsfugas y el concejal de Unión Valenciana, y otorgó la vara de mando a Manuel Corredera.

El nuevo alcalde incorporará a su equipo de gobierno a las dos tránsfugas socialistas y al edil de Unión Valenciana a quienes ha concedido las carteras que reclamaban.

La moción de censura aireó el debate sobre el transfuguismo, al que en teoría se oponen todos los partidos. La dirección regional del PP indicó que abrirá expediente informativo a sus concejales, aunque instó al PSPV, que responsabilizó a Zaplana, a seguir su ejemplo.

En un pleno municipal tenso y con una significativa representación de la ejecutiva nacional del PSPV y alcaldes socialistas de la comarca de L'Horta Sud, José Morales perdió la vara de mando que había ostentado durante los 22 últimos años gracias al apoyo de Esquerra Unida. La crisis del grupo municipal socialista, alentada por la negativa de Morales a dar paso a la renovación, acabó por dejar paso al Partido Popular en un bastión que desde las primeras elecciones democráticas había sido inexpugnable. Tan inexpugnable que en las últimas elecciones generales, el ex presidente Felipe González dio su único mitin en tierras valencianas en el pabellón polideportivo de esta localidad que estuvo llenó hasta la bandera.

Corredera, que concede al edil de Unión Valenciana y a las tránsfugas las carteras que habían reclamado, explicó que uno de sus primeros objetivos como alcalde de Mislata, una población de 40.000 habitantes pegada a Valencia, será mejorar las relaciones con el resto de Administraciones, autonómica y estatal, que gobierna su propio partido.

José Morales, que también llegó a presidir nominalmente el Consell Metropolità de l'Horta antes de su extinción por parte del Consell, en su despedida reconoció que su desalojo es legal pero no justo e instó al pueblo de Mislata a que vuelva a poner las cosas en su sitio en las próximas elecciones municipales dentro de dos años.

El portavoz de Esquerra Unida, Pere Bessó, cuyo grupo se opuso a la moción de censura, adelantó que mantendrá la unidad de acción con los socialistas, también en la oposición.

Durante el pleno municipal, los seguidores de uno y otro bloque político jalearon a los concejales, aunque no faltó algún cartel criticando la actuación de las dos concejales tránsfugas, Ana Quesada y Gloria Alonso, la primera de las cuales llevaba en el gobierno municipal socialista desde los años ochenta.

Las intervenciones de los dirigentes de los grupos municipales fueron un toma y daca, entre acusaciones de transfuguismo, por un lado, y de ingobernabilidad, por otro.

José Morales, ya desposeído del cargo de alcalde, explicó que la primera decisión de su sucesor minutos después de jurar el cargo fue cambiar la cerradura del despacho de alcaldía.