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Columna
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Jerarcas

Debo decir que he conocido a monjas y sacerdotes formidables, héroes tranquilos que entregan su vida a los demás en condiciones dificilísimas; y a católicos seglares estupendos, tipos tolerantes y limpios de corazón que intentan vivir de acuerdo con sus ideas. Pero el impulso religioso no tiene nada que ver con el poder eclesiástico. Incluso diría que son realidades opuestas, enemigas.

Para mí es una obviedad que la Iglesia, como institución, es un Poder absolutista cuya principal finalidad, como la de todo Poder, consiste en aumentar y perpetuarse. A estas alturas, resulta francamente difícil creerse que la Iglesia oficial se preocupa por el bienestar espiritual de los humanos; se diría que lo que de verdad les importa es mandar más, y mandar para siempre. En España, el poder eclesiástico siempre ha estado, salvo honrosas excepciones, de parte de los malos (recomiendo leer La Iglesia de Franco, del historiador Julián Casanova, en Temas de Hoy). Hace poco, con el pacto anti-ETA, volvieron a equivocarse estruendosamente. Tal vez por miedo personal a enfrentarse a los bárbaros; o para no mostrar un desacuerdo público con Setién y con esos sacerdotes que se niegan a oficiar misas por las víctimas de ETA (lo cual indicaría que la Iglesia prefiere mantener una apariencia de fortaleza a actuar moralmente y con justicia). Sea por lo que fuere, es un comportamiento que resulta incomprensible incluso para sus fieles. Los jerarcas católicos son una constante decepción.

Supongo que este perpetuo desencanto ha espoleado el nacimiento de una vasta organización internacional, Católicas por el Derecho a Decidir. Las Católicas... están a favor de los anticonceptivos y del aborto, y han lanzado una campaña mundial para modificar el estatus de la Santa Sede en la ONU. Porque el Vaticano tiene voz y voto a la hora de decidir, por ejemplo, si se distribuyen condones o no en un área arrasada por el sida. '¡Para que las religiones no se disfracen de Estados!', dicen las Católicas, que reclaman que la Santa Sede sea una ONG, como las demás religiones. Se puede saber más de este movimiento (que tiene representación española) en www.catholicsforchoice.org, y firmar para el cambio de estatus en www.seechange.org. Algo es algo.

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