Luz verde a las obras de la gran biblioteca del Borne
Las administraciones estatal, local y autonómica firmaron ayer la ampliación del convenio
'Definitivamente ahora pondremos en marcha el proyecto de la Biblioteca Pública del Estado en Barcelona', afirmó Pilar del Castillo. La ministra señaló que la del Borne es la que hará 53 de la red de grandes bibliotecas públicas del Estado y se enmarca en el plan especial de inversiones en instituciones culturales que, entre 1998 y 2001, 'ha supuesto que el Gobierno central gastará unos 40.000 millones de pesetas en museos, archivos, bibliotecas y otras infraestructuras'.
Barcelona es la única capital de provincia de Cataluña, y una de las pocas de España, que no dispone de una biblioteca pública del Estado. Su construcción está pendiente desde la década de 1980 y antes de la decisión final de instalarla en el antiguo Mercado del Borne se barajaron numerosas localizaciones, como la plaza de toros de Las Arenas o los tinglados del Port Vell, aunque todas ellas fueron desestimadas.
Proyecto complejo
En 1997, tras muchas negociaciones, se firmó el acuerdo entre las tres instituciones para instalar la biblioteca en el Borne. En el mismo se establecía que el Ayuntamiento de Barcelona cedería el edificio, el Estado se haría cargo del presupuesto de las obras -que en aquel momento se valoró en 3.700 millones de pesetas- y la Generalitat se responsabilizaría de la gestión y del presupuesto de funcionamiento del centro. Las obras debían haber comenzado en 1999 y estar listas en 2002, pero se retrasaron debido a la complejidad del proyecto.
Los arquitectos Enric Sòria y Rafael Cáceres ganaron el concurso público para transformar el antiguo mercado en una moderna biblioteca. En el momento de realizar el proyecto ejecutivo definitivo se encontraron con que el coste de las obras era mayor de lo presupuestado, por lo que se atrasó el inicio de las obras hasta que el ministerio aceptó pagar la diferencia. En estos momentos ya están adjudicados los trabajos en su primera fase de excavación y consolidación de los elementos estructurales. Esta fase se realizará de forma paralela a la intervención arqueológica.
La segunda parte de restauración y rehabilitación del edificio se iniciará en 2002 y está previsto que esté acabada en tres años. 'Esperamos, de todas formas, que puedan adelantarse al máximo para que pueda estar acabado en 2004, coincidiendo con el Fòrum de les Cultures', afirmó ayer Joan Clos. El alcalde de Barcelona destacó la importancia de esta infraestructura en el contexto de la transformación de la zona, que en los próximos años verá cómo aumenta la superficie del parque de la Ciutadella con el traslado del zoo, la conversión de la estación de França en un centro cultural de carácter universitario y la reforma y crecimiento de los edificios de la Universidad Pompeu Fabra en los alrededores del parque.
El proyecto de la Biblioteca del Borne prevé mantener este singular edificio industrial diseñado por Josep Fontseré en 1847 de manera que se mantenga la perspectiva de las dos grandes naves centrales que definen sus ejes principales. Se construirá una planta subterránea en la que se instalarán los depósitos y la sala de actos, situada ésta justo debajo del gran crucero octogonal. En la planta baja se situarán el vestíbulo, las salas de lectura y las dedicadas a audiovisuales, revistas y prensa, la cafetería y una parte de las zonas de trabajo. También se ha previsto un primer piso en las cuatro naves laterales que, a modo de altillo, albergarán las zonas destinadas a los niños y el área destinada a música y cine.
En el exterior, el edificio estará cerrado por un muro acristalado, un poco retrasado en relación con los planos de las fachadas originales. Éstas conservarán sus elementos de fundición y vidrio, pero se eliminará el zócalo de ladrillo que protege exteriormente el edificio, que sólo quedará cerrado en esta parte por el muro acristalado.
La Biblioteca del Borne, con una superficie total de 15.000 metros cuadrados, abrirá con un fondo de unos 200.000 documentos que se espera se incrementen hasta los 600.000 en 10 años. Tendrá la función de Biblioteca Central Urbana de Barcelona, por lo que deberá no sólo ofrecer una amplia oferta de material bibliográfico, audiovisual e informático al ciudadano, sino también promover su uso. También será la depositaria de, al menos, un ejemplar de todas las obras procedentes del depósito legal de la provincia. Se prevé que podrá tener, en su momento inicial, unas 16.000 visitas diarias.
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