Mercadona sube sus salarios un 14% para premiar el alza de productividad
Son malos tiempos para el poder adquisitivo. Mientras medio país exige una compensación por la desviación del IPC previsto por el Gobierno, la patronal regatea los aumentos salariales. En este escenario de recortes, la cadena de supermercados Mercadona ha subido un 14% el sueldo de sus trabajadores. Y la explicación es sencilla. El presidente de la compañía valenciana, Juan Roig, se comprometió en el convenio a compensar al personal si se cumplían los objetivos de ventas y productividad.
Los 560.000 millones de pesetas que facturó el año pasado y los 8.620 millones de beneficios netos, con un crecimiento del 26%, no dejan lugar a dudas. Los objetivos se han sobrepasado. La expansión de Mercadona es trepidante, con un centenar de aperturas por año. La intención es estar presente en 33 provincias españolas con cerca de 600 supermercados abiertos.
Desde 1993, Mercadona dio un giro de 180 grados en su política laboral y apostó por la estabilidad en el empleo. Mercadona cuenta con 22.000 trabajadores, todos fijos. El año pasado se crearon 3.000 empleos y la previsión para este ejercicio es parecida. 'Quienes han de satisfacer al jefe -así se llama en Mercadona al cliente- deben ser los primeros en estar satisfechos'. Según este concepto de empresa, los clientes y los trabajadores están por encima de la propiedad. Eso sí, cada mejora social debe traducirse en beneficios.
En tres años, la compañía ha trasladado a 1.700 empleados a supermercados cercanos a sus domicilios para ahorrarles tiempo en los desplazamientos. El salario mínimo en Mercadona, según Roig, asciende a 120.000 pesetas por doce mensualidades. Al año, la cifra asciende a 130.000 pesetas y después de cuatro o cinco años el sueldo se establece en unas 169.000 pesetas. En 2001, la compañía ha distribuido con cargo a los beneficios del ejercicio pasado dos mensualidades entre los empleados con cinco años de antigüedad que superaron una prueba de evaluación. En total, 3.500 millones de pesetas.
La cadena innova a golpe de necesidad y el almacén que inaugurará en octubre en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona) será otro de los campos de experiencias. 'Tenemos problemas para contratar mano de obra en esa zona y hemos decidido construir una guardería para los hijos de los empleados, que funcionará gratuitamente de seis de la mañana a diez de la noche. Si sale bien, lo repetiremos en otros centros', ha anunciado Roig.
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