'Queremos que se regionalice la política I+D que hace Europa'

Este economista liberal, licenciado en 1972 por la Universidad de Valencia (uno de los laboratorios rojos del que ha surgido buena parte de la cantera de políticos de los gobiernos socialistas) ha sido llamado por Eduardo Zaplana para poner en marcha el Plan Valenciano de I+D (PVID). Desde su nombramiento al frente de la Oficina de Ciencia en noviembre pasado, Javier Quesada se ha pasado cinco meses negociando la articulación de un sistema autonómico propio que resulte 'de la concertación entre la universidad, la empresa y el sector público'. Su objetigo: captar más y mayor financiación europea para hacer de Valencia el tercer eje entre Madrid y Barcelona.

Pregunta. ¿Cuál es el escenario de partida, después del fracaso que supuso el rechazo de las universidades y el sector privado al anterior borrador del Plan?

'En Europa hay mucha financiación que aún no somos capaces de atraer'

Respuesta. Las universidades han recibido ya un documento al que se han ido incoporando prácticamente la totalidad de las alegaciones, porque además eran razonables. En cuanto al sector privado, puedo adelantar que el plan mantiene el dedo en la llaga. Hasta ahora el sector público en la Comunidad ha hecho más esfuerzo que el sector privado. La solución del problema es que gradualmente el sector privado haga aportaciones para que la innovación tecnológica sea una variable estratégica en todos los sectores. Ya lo es en algunos. Por tanto, la prueba de que se puede hacer está en que tenemos sectores tecnológicamente muy avanzados: la cerámica es un sector que apostó por la tecnología hace 15 años. No se le va a exigir cotizar, pero se les va a facilitar catalizar recursos con fondos públicos.

P. Usted es un firme defensor de la 'territorialización de las políticas de I+D', pero no parece fácil con los vientos centralistas que soplan de Madrid.

R. La globalización de la I+D llegó a Europa en la pasada cumbre de Lisboa, donde se anunció la creación de un espacio único europeo de la investigación. En ese contexto, la escala de Valencia corre el riesgo de agruparnos y presentar la oferta investigadora, tecnológica e innovadora de la Comunidad y hacer una venta conjunta de la agrupación de interes coordinados de los distintos agentes, o nos vamos a diluir. Europa lo que pretende es agregar, consolidar grupos, definir estrategias frente a EE UU y Japón mediante tecnologías muy avanzadas. Y la Comunidad en estos campos no está bien posicionada porque no es nuestra tradición. La Unión Europea tiene que fomentar la cohesión territorial con la I+D. No podemos aceptar que toda la política de I+D que se haga en Europa sea frente al resto del mundo y que busque el crecimiento y fortalecimiento de las regiones. Nosotros pretendemos, con este plan, que dada la excelencia de nuestros grupos, se canalicen recursos para que la I+D sea un motor de crecimiento.

P. Sin embargo, las barreras institucionales y legales que dificultan la estregia de territorialización valenciana. El consejero de Hacienda, Vicente Rambla, reconoce que la Comunidad supera los límites fijados para las regiones Objetivo 1 y corre el riesgo de perder los fondos estructurales; Zaplana ha defendido la reforma del Consejo de Coordinación Autonómica para que, en una segunda fase, se potencie la participación de los gobiernos autonómicos en el Consejo de Ministros de la UE. ¿Entra esto dentro de las previsiones del Gobierno central?

R. Bueno, creo que sí. Además, la Comunidad lo que aspira es a no estar entre las regiones Objetivo 1 de la UE. Lo que pasa es que hasta ahora la Comunidad ha estado creciendo por encima de la media española y, como es lógico, ha llegado mucha más migración a vivir aquí. Eso significa que crece la producción, pero también la población. Por eso la I+D es importante. Se dice que 'la inversión es el empleo de mañana' y que la 'I+D es el empleo de pasado mañana'. Por eso hay que fortalecer los sectores productivos. Si se factura más valor añadido se podrá pagar mejor el empleo, y eso sólo se puede lograr con inversión en I+D. Ése es el factor que digo que tiene que hacernos converger con Europa, si no seguiremos siempre dentro de las regiones Objetivo 1.

P. La Oficina está, pues, en una etapa de identificación de grupos...

R. Sí. Mi objetivo es que el PVID culmine con un mapa autonómico, donde estén todos los grupos de investigación de excelencia de la Comunidad.

P. En la anterior legislatura se crearon leyes, consejos asesores, secretarías, algunos incluso yuxtapuestos, y el resultado ha sido que cada proyecto camina por su lado: la Sociedad de la Información y los programas Info, y Grisolía anunciando macrocentros de Biomedicina, ¿no es caótico?

R. La Oficina nace con una vocación muy concreta: articular y liderar. Lo que hay que tener es liderazgo político en materia de ciencia y tecnología. Y la Oficina nace para que el liderazgo, que está bajo la supervisión de la Presidencia, articule y oferte un verdadero sistema. Por eso pedí tiempo cuando llegué. En política hay que salir con un plan, y el plan está a punto de salir.

P. ¿El PVID tendrá un horizonte presupuestario?

R. Sí. Tendrá un capítulo con un horizonte presupuestario de 2000-2006. El objetivo es ponernos a la altura de la media nacional en gasto en I+D. Eso exige esfuerzo porque partimos de una inversión del 0,6% del PIB valenciano.

P. Y si además tenemos en cuenta que llevamos ya un año y pico perdido, en puertas del segundo trimentre del 2001 y que se pretende alcanzar el 1,3% del PIB que se ha propuesto el Gobierno central...

R. Sí. Hay que hacer un esfuerzo muy grande en los dos sectores, el público y el privado. En el primero, porque cada consejería va a tener que asumir una parte de gasto en I+D como propia. El Plan no es una cosa de esta oficina. Por qué. Porque el departamento de Agricultura, Sanidad o Educación tendrán que financiar sus propios proyectos de I+D, y eso a lo mejor exige cambiar unas prioridades por otras. Sería impensable que hicieramos crecer el peso presupuestario de esta Oficina para alcanzar los objetivos previstos. Es más fácil si se colabora entre todas las dependencias y además se trasmite a la sociedad la idea de que el Gobierno hace sus esfuerzos en todos sus departamentos.

P. ¿La sociedad no está cansada de que se le pidan esfuerzos...?

R. A la empresa no se le pide que haga nada que vaya en contra de su voluntad. Se le pide que mire a pasado mañana. ¡Algún día tendrá que contratar un licenciado! Y para esto está esta Oficina. Por eso al capital humano le vamos a dar un protagonismo esencial. No podemos crear sólo doctores, tenemos que preocuparnos de crear tecnólogos, diplomados, licenciados, técnicos que puedan trabajar en un instituto tecnológico o en una empresa. Por eso vamos a hacer un Plan de Formación Tecnológica.

P. Eso está muy bien sobre el papel, pero la realidad es que en un quinquenio la facturación de las empresas TIC (de tecnologías) ha caído a la mitad, mientras Valencia exporta el 50% de los tecnólogos a Madrid y Barcelona, porque no hay capacidad de absorción laboral.

R. Lo que hay que hacer es crear empresas de base tecnológica. Pero esas no las crea el Gobierno. El Gobierno valenciano tiene que crear las condiciones para que vengan. Y ahí termina su responsabilidad. Lo que no puede hacer es un política de ayudas para regalar, ése es un mal incentivo. Las empresas tienen que nacer porque tienen un proyecto de viabilidad. Y por otra parte, las universidades tienen que hacer un esfuerzo para aproximarse al tejido empresarial. En Europa hay mucha financiación que no somos capaces de atraer. Las empresas y los investigadores tienen que unirse para tener capacidad de competir con proyectos de I+D de 2.000 millones de pesetas. Nuestra obsesión es que la I+D sea socialmente reconocida, rentable al máximo desde el punto de vista económico y necesaria para algunos sectores. Hacerla fácil y ponerla de moda.