Martínez, bronce en lanzamiento de peso
Un español entre los más fuertes. Manuel Martínez, leonés de 26 años, 1,86 metros de altura y 140 kilos de peso, ganó la medalla de bronce en el lanzamiento de peso. Fue en el último tiro. De la decepción al podio. No había hecho un gran concurso, iba quinto, pero con 20,67 metros se quedó a cinco centímetros de la plata y a 15 del oro. Los estadounidenses, según se esperaba, dominaron. El veterano y más laureado John Godina (1,93, 128 kilos) se impuso esta vez al más joven, Adam Nelson (1,80, 115). Martínez, tercero ya en los últimos Europeos de Gante, rompió así el maleficio que tenía en los Mundiales, donde había acumulado dos cuartos puestos y un quinto. Tras rondar hace ya años por la élite, logró el mayor éxito del atletismo español en lanzamientos, la gran asignatura pendiente de siempre.
El leonés inició el concurso en el podio, como lo empezó: tercero, con un discreto tiro de 19,87. Nelson se escapó ya con 20,72, su único lanzamiento válido de todo el concurso. Manolo se aseguró la plaza con 20,10 en el segundo intento, mientras Godina se le escapó también hasta 20,17. Esa distancia pudo ser maldita, porque el italiano Dal Soglio la logró en el cuarto tiro y desplazó del podio al español, que pareció hundirse al quedarse sólo en 19,84 y 19,83 en sus siguientes intentos. Incluso hizo nulo en el quinto. Godina se puso ya primero en el cuarto con 20,72 (y un segundo mejor tiro que Nelson) y lo confirmaría con 20,82 en el último. El último, precisamente, el lanzamiento definitivo de Martínez, que incluso era ya quinto entonces tras los 20,24 del inevitable finlandés de turno, Altonen.
Manolo se fue caminando con la bola a unos 10 metros del foso, la mitad aproximada de la distancia que se estaba lanzando, para mirar más allá de los 20. Faltaba su último tiro, que suele ser su mejor baza. Se quedó a 10 centímetros de su mejor marca de la temporada, 20,77, y a 12 del récord de España, 20,79. Aunque llegaba con el cuarto mejor registro del año, había estado mucho tiempo con el mejor. "Por eso, en cierto modo, estaba obligado a subir al podio", dijo después. "Y esta vez he sido yo el que lo he logrado. Sí, es lo mejor que se ha hecho nunca en lanzamientos. Y si hubiera tirado como lo estaba haciendo este año habría ganado el oro", añadió.
En el resto de la actuación española hubo su cara y su cruz. Pero la limpieza de imagen de Sydney va por buen camino. Reyes Estévez volvió a asombrar como solía. Aleluya. Ganó su serie de 1.500 con un ataque en la última vuelta como sólo pueden hacerlo los privilegiados. Y nada menos que dejando al keniano Noah Ngeny, el que era teórico gran favorito, o al etíope Haile Mekkonen. En un tiempo magnífico, 3.37.93, para una cuerda de 200 metros. Reyes habló de nuevo en la pista. Espléndido. Hoy amenaza claramente hasta el oro.
Juan Carlos Higuero, que se la jugó claramente atacando muy pronto para evitar el tremendo final del portugués Rui Silva, fue superado también por el marroquí Kaouch, pero entró por tiempos en la final, pues ayudó inteligentemente a que su serie fuera la segunda más rápida. David Canal volvió a demostrar su casta competitiva y se metió en semifinales de 400 tras el británico Daniel Caines, el primer favorito. Todo un detalle. Y lo mismo hizo un recuperado Roberto Parra, en 800. Felizmente ha recuperado la moral. Si no, difícilmente hubiera cazado al portugués Pires en la misma línea de meta para ser segundo tras el belga Omey. Fue líder hasta los 400 metros, pero entró cuarto en los últimos 200.
La jornada de finales
En 3.000, Alberto García, y Marta Domínguez, con total autoridad, y Antonio Jiménez, con angustia, ya están en las finales. Alberto y Marta, como se esperaba, huelen a podio, aunque ya se vio ayer que Hicham el Guerruj y Gabriela Szabo dejarán quizá sólo dos plazas libres. Y con Million Wolde, el etíope campeón olímpico de 5.000, y la laureada irlandesa Sonia O'Sullivan, especialmente, tal vez sólo una. El fondo está muy caro. Jiménez sólo se coló en el quinto puesto, que daba el pasaporte para la final, empujando casi al argelino Khaldi, que protestó y fue salomónicamente repescado. Correrán 13 hombres, en lugar de 12.
Cristina Petite, como Dori García y Mayte Martínez en 800, fallaron. Tampoco cabía esperar gran cosa. Fue mucho más digna la lucha de Hipólito Montesinos que pasó a semifinales de 60 vallas con un cuádriceps tocado, y pese a ello quedó quinto, a un puesto de la final. O incluso los 1,93 de Ruth Beitia, séptima en la final de altura, y los 1,90 de Marta Mendía, décima.
La jornada de finales, que terminó con sorpresas, como los triunfos estadounidenses en 60 metros vallas o que la plusmarquista mundial de pértiga, la también estadounidense Stacy Dragila, quedase fuera del podio, también empezó así. El británico Jonathan Edwards no pudo lograr en triple salto el título que le falta en su palmarés. Le derrotó, con un único buen salto por encima de los 17 metros (17,32), el italiano Paolo Camossi, heredero de Giuseppe Gentille, uno de los históricos protagonistas de la legendaria final olímpica de México 68. Edwards, después de perder ocasiones anteriores por ser incompatible el día de competiciones con sus obligaciones religiosas, se tuvo que conformar ayer con la medalla de plata en su última oportunidad, a punto de cumplir ya los 35 años. Y de milagro, porque hasta el último salto, que hizo en 17,26, estaba incluso fuera del podio. Voló, pero no tanto como los 17,60 de esta misma temporada, a cuatro centímetros de su mejor marca bajo techo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.