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La Audiencia de Girona excarcela a los dos cerebros del secuestro de Olot

Los jueces afirman que no hay peligro de que Guirado y Ullastre huyan

La Sección Tercera de la Audiencia de Girona concedió ayer por la mañana la libertad bajo fianza a ambos acusados mientras no se celebre el juicio y se dicte una condena firme contra ellos. Las medidas cautelares acordadas por los jueces para Guirado y Ullastre incluyen la prohibición de acercarse a Maria Àngels Feliu y a sus allegados, la obligación de presentarse semanalmente en el juzgado a firmar y la retirada del pasaporte.

Ullastre fue recibido a la salida de la cárcel de Brians por su esposa y su hija. Su letrado, Carles González, aseguró que Ullastre 'no tiene ningún miedo de lo que pueda decirle la gente porque el reproche social ya se ha producido'. La familia Ullastre no podrá vivir en su casa familiar, bajo cuyo suelo se construyó el zulo en el que Feliu pasó un año y cuatro meses de su vida, puesto que se encuentra precintada por orden judicial. No obstante, Ramon Ullastre tiene la intención de continuar viviendo en la comarca de Osona.

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Los defensores de los acusados mantienen que la excarcelación de sus defendidos se produce dentro del más estricto cumplimiento de la ley y que diariamente se aplica a otros muchos detenidos en situaciones similares. El abogado de Ullastre se mostró ayer muy crítico con la juez del caso, que anteayer había decidido prorrogar la prisión. 24 horas después, la Audiencia de Girona revocaba esa decisión. 'Tras 11 meses de secreto de sumario, las diligencias practicadas son ínfimas. No tiene ningún sentido prolongar esto por más tiempo', afirmó González

La Audiencia de Girona deberá pronunciarse en los próximos días sobre la libertad de los otros dos encarcelados, José Luis Paz y Sebastià Comas, cuya participación en el secuestro es aparentemente menor.

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Confesión de Guirado

La salida de los secuestradores supone para Feliu un nuevo capítulo de una pesadilla que se remonta al 20 de noviembre de 1992, cuando fue secuestrada en el garaje de su casa de Olot. Su liberación, en 1994, no permitió resolver el caso. No fue hasta el 10 de marzo de 1999 cuando la confesión del policía local de Olot Antoni Guirado desencadenó la detención de los otros tres integrantes de la banda de secuestradores. La jornada de ayer marcará otra fecha fatídica en la interminable pesadilla en la que se ha visto envuelta la farmacéutica Maria Àngels Feliu. Pero lo peor es que todo tiene trazas de prolongarse, puesto que los más optimistas prevén el juicio para dentro de dos años. Por entonces se habrá cumplido más de una década de los hechos.

La investigación todavía no ha conseguido aclarar si la liberación de Feliu se produjo tras el pago de algún rescate. Tampoco se ha aclarado si los dos primeros procesados por el secuestro, Joan Casals y Xavier Bassa, que llegaron a estar acusados de asesinato, tienen alguna vinculación con el caso.

Ramon Ullastre, ayer, al salir de la prisión de Brians.
Ramon Ullastre, ayer, al salir de la prisión de Brians.SUSANNA SÁEZ

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