Feliu afirma que está harta y Ullastre pide perdón

La farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliu, que sobrevivió a 492 días de cautiverio en un pequeño e insalubre zulo, afirmó ayer que se siente 'harta y triste' y se mostró 'decepcionada' con la justicia al conocer la decisión de la Audiencia de Girona de excarcelar a sus secuestradores confesos. Feliu aseguró que no estaba 'nada contenta' con esa decisión.

Aunque la justicia ha prohibido a Guirado y a Ullastre acercarse a la farmacéutica, a sus hijos o a cualquiera de sus parientes, Maria Àngels Feliu ha expresado su temor a que se los pueda encontrar por la calle.

'No entiendo nada y me da pena todo lo que está pasando', aseguró Feliu. La farmacéutica de Olot precisó que no le desearía a nadie 'el calvario' que ha pasado y lamentó que, siendo ella la víctima, la justicia no defienda sus intereses 'como debería hacerlo'.

En su opinión, 'la ley no es justa' porque permite dejar en libertad a sus secuestradores. En referencia a sus hijos, de 10, 12 y 13 años, la farmacéutica ha asegurado que sufre por ellos porque 'sienten miedo' y porque cualquier comentario sobre el secuestro 'les hace daño'.

Por su parte, el abogado de Feliu, Carles Monguilod, destacó que el auto de libertad de los dos principales acusados del secuestro es una resolución que se ajusta a la ley, 'aunque cause un gran dolor' a su cliente. En opinión del acusador, 'la mayoría de personas que no conocen la ley no la entienden; por tanto, [Feliu] está muy dolorida por esta resolución'.

Por su parte, el ex policía municipal Antoni Guirado abandonó la cárcel de Quatre Camins hacia las 18.40 horas de ayer. 'Sólo tengo ganas de irme a casa, pero pido perdón a toda la gente a la que haya podido hacer daño', declaró escuetamente Guirado a los periodistas que aguardaban su salida a la puerta de la prisión. Su abogado defensor, Sebastià Salellas, declaró que Guirado 'quiere ser un ciudadano transparente' y precisó que se ha comprometido con los jueces a 'no causar ninguna interferencia' ni en la investigación del caso, ni por acercarse a Feliu o su familia. Eso sí, Guirado visitará a su madre, que vive cerca de la farmacia.