Raúl se crece en la estación más dura
La UEFA estudia una sanción para el jugador más en forma del Madrid por su gol con la mano ante el Leeds
Raúl no marcaba. Lento y sin demasiada forma física, el goleador del Madrid pasaba por la pretemporada como un fantasma. Pero el verano se fue apagando y en el primer partido de Liga, contra el Valencia, reventó la red. Lentamente, ha ido marcando goles en la Liga con una periodicidad de un tanto cada 152 minutos. Ahora está en su apogeo. Cuando al resto del equipo se le empastan las bujías, Raúl ha ganado movilidad, rapidez, oportunismo, y acierto. En pleno furor, contra el Leeds el martes, marcó con la mano el primer tanto. Y aunque la UEFA decidió ayer abrirle expediente sancionador por apreciar en ello una conducta antideportiva, los datos confirman a Raúl como el mejor jugador del Real Madrid en este momento. Justo desde que el mes de febrero arrancó la sucesión de duelos más exigentes. Ante el Valencia, Lazio, Deportivo y Barcelona sobresalió Raúl.
A Raúl se le veía apático en pretemporada. ¿Qué tiene ese jugador que no toca bola en todo un entrenamiento? 'Tiene algo especial', dijo Solari cuando se entrenó con él por primera vez. Un factor que escapa a las calificaciones técnicas. 'Es el carácter', aseguró César, que comenzaba a compartir vestuario.
'Es increíble que un jugador de su edad pueda mantener ese nivel', dice César. 'No es su estado físico lo que lo diferencia de los demás. Es otra cosa. En el campo contagia. No se limita a empujarla. Baja a defender, organiza al equipo. Hace de todo. Parece mayor. No parece que sólo tuviera 23 años'.
Raúl se tomaba un refresco con Hierro y Figo en la barra del salón del hotel de concentración en Roma, antes de jugar contra el Lazio hace dos semanas. A su alrededor giraba la plantilla. Los jugadores y los técnicos. Y hasta algún directivo. Miraban con reverencia a ese joven de gesto adusto y piernas arqueadas. Su peso en el club es asombroso. En las prácticas se comporta casi como un mudo. Sobre el césped se comunica con gestos, silbidos y miradas. La mayoría de las veces no tiene nada que ofrecer a sus compañeros que no sean los beneficios de su propia ambición. Pero sin decir palabra, ignorado por el Bernabéu, que le da por supuesto, y empecinado en su vocación aislacionista pero frecuentemente rodeado de líderes y veteranos -Redondo, Figo, Hierro...- va urdiendo una trama invisible de poder.
Ajena al poder de Raúl, la burocracia de la UEFA decidió ayer inciar una investigación para sancionarle junto con Luis Figo -que se hizo mostrar una tarjeta amarilla para jugar los cuartos de final limpio de amonestaciones-. 'La acción de Raúl cuando marcó con la mano va contra los principios fundamentales del juego limpio', aseguró ayer el presidente de la UEFA, Gerhard Aigner.
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