El Club Mediterranée podría abandonar el Cap de Creus por 600 millones

El valor ecológico de los terrenos del Club Mediterranée en el Cap de Creus es indiscutible. Las 200 hectáreas de la urbanización, con sus 370 bungalós arracimados en un tramo de costa de un kilómetro, rompen la continuidad del parque del Cap de Creus, una de las reservas naturales integrales más importantes de Cataluña. A la negociación que mantiene actualmente el Ministerio de Medio Ambiente con los propietarios del club de vacaciones francés precedieron conversaciones con la Fundación Territorio y Paisaje. A pesar de que esta entidad no renuncia a adquirir algunas fincas en la zona, la negociación no llegó a buen puerto. El Club Mediterranée pedía por sus terrenos unos 600 millones de pesetas, cifra que dobla los 301 que ofreció en principio la Diputación de Girona, pero que está lejos de los 2.000 que algunas fuentes apuntaban como precio exigido por la multinacional de origen francés. El valor catastral de los terrenos es de unos 400 millones.

Un estudio encargado por la Diputación de Girona aconseja la demolición del complejo, al que acusa de graves daños medioambientales. El desmantelamiento de la urbanización permitiría iniciar un proyecto de recuperación ecológica de enorme trascendencia. La reintroducción de la foca monje, una especie en peligro de extinción que abandonó la zona en los años sesenta, sería la actuación más destacada y daría al parque natural prestigio internacional.

En el año 2005 se extingue la concesión de una parte de la zona del complejo de vacaciones, que abre de junio a septiembre y posee todo tipo de instalaciones para ser autosuficiente (restaurantes, piscina, bares, discoteca, zonas deportivas, etcétera). La reducción de terreno no afectaría a ninguna de sus construcciones, sino únicamente al muelle.